El Covid-19 se expande rápidamente en la cuenca amazónica impulsado por varios factores. Uno es la precariedad de los servicios públicos y de salud en la región.
Otro es la elevada vulnerabilidad de los miembros de las comunidades indígenas amazónicas, que viven en graves condiciones de pobreza, desnutrición crónica, desempleo y condiciones deficientes de alimentación.
Esos factores socioeconómicos negativos afectan a las comunidades indígenas, aumentando su vulnerabilidad ante la pandemia.
Situación desconocida en zonas de explotación ilícita o de difícil acceso
No obstante hay dos que son sumamente importantes y que tiene un gran impacto sobre los riesgos de rápida expansión del covid-19.
Uno es que las más elevada tasa de crecimiento del contagio se ha registrado en las zonas donde opera el extractivismo, particularmente en petróleo, minería y explotación maderera y cultivo de sustancias enteogénicas.
Actividades que se desarrollan, salvo las de la industria petrolera, en condiciones de ilegalidad, lo que hace muy difícil, o prácticamente imposible un estricto control de las entradas y salida de personas extrañas a la región.
Un ambiente propicio para el contagio
La existencia del río Amazonas, con sus más de 6.500 km de longitud y sus más de 1.000 afluentes crea condiciones que posibilitan el aumento de los contagios.
Entre marzo y abril, apenas un mes, se elevó la tasa de contagio en unas 52 veces, al pasar el número de contagiados de 208 en marzo a 10.800 en abril de 2020.
Luego la tasa de contagio fue disminuyendo a 11 veces de abril a mayo, y a 3 veces de mayo a junio, según reportaron las redes del Foro Social Pan-amazónico (FOSPA) en julio del 2020.
La misma fuente registra que 13.848 pueblos amazónicos han sido contagiados, con un saldo trágico de 842 fallecidos de covid-19 en 160 pueblos amazónicos.
En los territorios de la cuenca amazónica, por ser áreas donde casi no hay controles de visitantes externos, el río Amazonas, la fuente más importante de comunicación en la región, comunica muchas poblaciones indígenas de al menos los tres países donde transcurre.
La vía fluvial es el alma de la comunicación amazónica, pues la vía aérea está severamente restringida.
Los ríos se convierten en la vía privilegiada, y a veces la única, por donde circula todo: alimentos y mercancías diversas, los medicamentos y el personal sanitario.
El virus en las fronteras amazónicas
Además en las zonas más remotas de la Amazonía, en especial en las áreas fronterizas entre uno y otro país amazónico, donde casi no existen controles oficiales, viaja también el covid-19.
E incluso las comunidades en aislamiento voluntario, o las que acusan semi aislamiento, también resultan afectadas
En esos lugares de frontera casi no hay atención sanitaria y no existen hospitales con las condiciones adecuadas para atender a los casos graves de pacientes afectados por covid-19.
Algunos grupos, en semi-aislamiento, como ocurre con los Huaorani, en la Amazonía ecuatoriana, han sido severamente contagiados por el personal de la industria petrolera que opera en la región.
Los casos de extrema gravedad se reproducen en la cuenca amazónica.
En Iquitos, de la región peruana de Loreto.
En Roraima, en Venezuela.
En la frontera sur del Perú con Bolivia.
En la Amazonía ecuatoriana, en Sucumbíos, en la frontera norte con la zona del Putumayo, en Colombia.
En la frontera de Brasil con las regiones de Guyana y Guayana.
En Macapa, en la zona norte Brasil.
2 grandes focos de contagio: Manaos e Iquitos
Pero las dos áreas de población más críticamente afectadas por el covid-19 son Manaos, en Brasil, con casi 5.454 casos, e Iquitos, en Perú, donde se reportan muertes de indígenas en las calles, a la espera de ambulancias, o en la puerta de los hospitales, esperando su ingreso en instalaciones ya saturadas.
Los periódicos locales de esas dos ciudades reportan hospitales abarrotados, y en condiciones de dotación precaria de equipos médicos, y que se abren continuamente fosas comunes en los cementerios.
Esas dos ciudades amazónicas ocupan la cuarta posición, cada una en su país, entre las ciudades más afectadas por el covid-19 en sus respectivos países.
Cifras de contagio por país (junio 2020)
Según informaciones suministradas por REPAM-FOSPA, para junio de 2020, las regiones amazónicas más afectadas eran las de Brasil, con 6.482 contagiados y 337 fallecidos a causa de la pandemia; Perú, con 3.639 contagiados y 379 muertos; Colombia, con 2.208 contagiados, y 25 fallecidos; y Ecuador, con 1.121 contagiados y 35 fallecidos.
De todos modos, estas cifras son estimaciones que pueden considerarse por debajo de la realidad, pues hay enormes dificultades para recoger la información relacionada.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señalaba el 09.08.2020, una fecha más reciente, que había más de 23.000 indígenas contagiados, pertenecientes a unos 190 indígenas solamente en la Amazonía brasileña.
A la ya tradicional precariedad o inexistencia de servicios básicos y mala alimentación, se le suman ahora los efectos del covid-19 que están haciendo estragos en poblaciones poco resistentes a los embates de las enfermedades extrarregionales.
El Dr. Rafael Cartay es un economista, historiador y escritor venezolano mejor conocido por su extenso trabajo en gastronomía, y ha recibido el Premio Nacional de Nutrición, el Premio Gourmand World Cookbook, Mejor Diccionario de Cocina y El Gran Tenedor de Oro. Inició sus investigaciones sobre la Amazonía en 2014 y vivió en Iquitos durante 2015, donde escribió La Tabla Amazónica Peruana (2016), el Diccionario de Alimentos y Cocina de la Cuenca Amazónica (2020), y el portal en línea delAmazonas.com, de del cual es cofundador y escritor principal. Los libros de Rafael Cartay se pueden encontrar en Amazon.com
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