Saltar al contenido

7. La Amazonía en la actualidad (Siglo XXI)

Intereses económicos y políticos que amenazan el equilibrio de la vida en la selva.

Hemos recorrido brevemente la larga historia de los exploradores del Amazonas destacando los casos más relevantes de conquistadores, misioneros, científicos naturalistas, saqueadores mal llamados barones del caucho y hasta aventureros en busca de ciudades perdidas desde el siglo XVI hasta el siglo XX.

Hoy en día, las amenazas que atentan contra el equilibrio de la vida en la selva amazónica y contra la permanencia en el tiempo de muchas especies animales y vegetales son muchas y muy complejas.

Para aproximarnos a esa complejidad debemos primero hacer un repaso en torno a sus principales ecorregiones.

Índice

Grandes ecorregiones propias de la selva amazónica

En la cuenca amazónica hay tres grandes ecorregiones: la selva alta (desde la estribaciones orientales andinas hasta los 600 msnm), la selva baja (por debajo de los 600 msnm) y la selva de palmeras,  que es una extensión de la selva baja, donde predominan las zonas inundables interrelacionadas con la selva baja, de tal manera que las grandes manchas de palmeras, particularmente de aguajales, morichales o buritales (Mauritia flexuosa), las encontramos también en muchas áreas de la selva baja. 

Tala y quema en la Amazonía para agricultura – Colombia / América del Sur Fuente: Matt Zimmerman [CC BY 2.0]

Esas ecorregiones han sido objeto de una larga ocupación humana, que los arqueólogos han situado en, al menos, unos 12.000 años.

En esa vasta área se han producido relaciones entre el hombre y la naturaleza muy estrechas, y se asegura que gran parte del bosque amazónico, tenido por “virgen”, ha sido inteligente, mesurada y lentamente intervenido por las poblaciones indígenas, que durante algún  tiempo llegaron a ser grandes civilizaciones, y que manejaron con prudencia el frágil medio ambiente, para fortalecer y aumentar la riqueza en biodiversidad ya existente en esas ecorregiones de diversos bosques húmedos tropicales.

La llegada de poblaciones ibéricas, y los cambios provocados, produjeron, en un tiempo relativamente breve, de un poco más de quinientos años, graves consecuencias para la  vida amazónica, que se han manifestado especialmente con una alta tasa de deforestación, que amenaza constante y crecientemente las condiciones de la flora y fauna, los cuerpos de agua y las condiciones edafoclimáticas de la cuenca, de gran importancia, por su extensión, para la salvaguarda del planeta. 

Imágenes del Observatorio de la Tierra de la NASA por Joshua Stevens, utilizando datos MODIS de NASA EOSDIS / LANCE y GIBS / Worldview, datos del Sistema de Información sobre Incendios para el Manejo de Recursos (FIRMS) de NASA EOSDIS, y datos de la Base de Datos Global de Emisiones de Incendios (GFED) [Dominio público]

Factores que favorecen la deforestación de la Amazonía

La alta tasa de deforestación, que ha provocado la eliminación de un área cercana a 1 mm de km2, un 20 % de la superficie  de la cuenca propiamente amazónica (Romero 2019; FAO 2011), ha sido impulsada por varios factores, entre los cuales destacan:

  1. La ampliación de la superficie en pasturas, para la producción de  carne vacuna: Brasil, que constituye la mayor porción de la Amazonía, se ha convertido en uno de los principales exportadores de carne en el mundo.
  2. El 80 % de la deforestación de la Amazonía brasileña es imputable a esa causa. 
  3. La expansión de la frontera agrícola para el cultivo de soya y  aceite de palma, plantaciones vinculadas con la producción de alimentos concentrados para animales, relacionados con la producción de carne para satisfacer la demanda de países como China y otros países asiáticos, que han experimentado mejoría en sus niveles de vida.
  4. La creciente ampliación de áreas para el cultivo de coca, como consecuencia de la ampliación de los negocios del narcotráfico en la región.
  5. La cuenca es una de las principales rutas del comercio de drogas, en especial de  la cocaína producida en Perú, Colombia y Bolivia. El Brasil es, además, uno de los principales consumidores de sustancias ilícitas en el mundo, después de Estados Unidos (Insight Crime, 16.01.2017).  
  6. La constante extracción de madera, legal e ilegalmente, de los bosques tropicales húmedos amazónicos. Se desconoce la cifra exacta de la extracción ilegal de madera en la cuenca, pero se sabe que es importante. Ciertos estudios señalan que de los bosques de la zona fronteriza entre Ecuador y Perú  se sacan cada año unos 30.000 m3 de madera, siendo un 95 % de manera ilegal. 
  7. La construcción de carreteras y de centrales hidroeléctricas.
  8. La devastación producida por las explotaciones mineras y petroleras, que deforesta los bosques y contamina los ríos, poniendo en peligro la vida de los seres humanos y de la fauna amazónica. La explotación petrolera interviene grandes áreas para la prospección,  instalación de plataformas de extracción, centros de servicio y de gasoductos. 
  9. La creciente deforestación y la frecuencia de incendios forestales, provocados o no, causa severos efectos,  contribuyendo al cambio climático, que se manifiesta en la reducción de las precipitaciones pluviales, el aumento de la sequía,  la elevación de la temperatura en la región y la disminución de la capacidad de absorción de la cuenca, como sumidero de dióxido de carbono (Romero 2019). Todos estos elementos atentan contra la biodiversidad y la etnodiversidad prevalecientes en la zona.  
  10. La vasta extensión de la cuenca, la debilidad de los sistemas de control de los países amazónicos,  la corrupción política y económica de las instituciones oficiales, el poder de las mafias locales y la debilidad relativa de las organizaciones de representatividad indígena y de defensa medioambiental, y la represión ejercida contra ellos, limita de manera importante la acción de control para evitar los abusos que se cometen contra la naturaleza amazónica y las comunidades nativas amazónicas.  

This post is also available in: English (Inglés)

Settings