Saltar al contenido

1. Conquistadores y colonizadores del Amazonas

Historia de incursiones españolas y portuguesas en la selva (siglos XVI y XVII)

La penetración ibérica, española y portuguesa se expresó con las armas, la conquista militar, y con la cruz, la evangelización. Una penetración que fue muy cruenta en los territorios descubiertos y ocupados. Más fuerte en el caso brasileño, la porción más extensa de la Amazonía.

“Brasil  siempre fue- aún es- un espantoso molino de gastar gente, aunque sea, al mismo tiempo, un prodigioso cridero de gente. Seis millones de indios existía aquí cuando llegó el primer europeo. No quedan hoy, con indios, ni trescientos mil”

De acuerdo con Darcy Ribeiro (Introducción, IX, Ribeiro y Araújo 1992) .
Índice

Perspectivas de la conquista española y portuguesa

Para Ribeiro, la expansión ibérica fue un prodigioso proceso civilizatorio, y a la vez el más destructivo y ruinoso por los miles de pueblos, culturas y lenguas exterminadas, la inmensidad de riqueza que saqueó y las civilizaciones florecientes que cortó y mató.

Al final, lo que quedó fue una vasta fuerza de trabajo reclutable y una cantidad inmensa de riqueza saqueable (Ribeiro, Intr. XIII).

Gilberto Freyre, en Casa Grande y Senzala (1977), señaló, sin embargo, que el conquistador portugués en el Brasil careció del ardor combativo del conquistador español en Perú y México. Pero resultó, según Lucena Giraldo (2003), más efectivo que el español para ocupar y controlar el espacio amazónico.

Salvo en el caso de la actuación de las misiones jesuíticas en la Amazonía española, que garantizaron coherencia territorial y un cierto control económico y organizativo de los establecimientos indígenas, para el propio beneficio de la orden religiosa.   

El siglo XVI fue un período tan duro que puede ser catalogado como un genocidio y un etnocidio, sobre todo en el Brasil, donde se produjo un proceso de exterminio involuntario, por  las epidemias transmitidas por los blancos, y por la violencia desencadenada por los conquistadores contra los indígenas.

Los bandeirantes del Brasil

Una violencia extrema representada por las incursiones de los bandeirantes, que se dedicaron a exterminar y capturar indígenas para reducirlos a la esclavitud.

Os bandeirantes, 1889 por Henrique Bernardelli [Public domain]

El siglo XVII disminuye la violencia, y se presenta un período de asentamiento del orden colonial, en el que el conquistador, la figura protagónica de los tiempos sangrientos de la conquista y la ocupación armada de pequeños contingentes de soldados contra masas de población indígena, dio paso al misionero, al administrador y al naturalista.

La repartición de la Amazonía y otras tierras del nuevo mundo.

Esos dos siglos transcurren con un escenario de fondo caracterizado por la repartición del territorio del Nuevo Mundo entre dos grandes potencias marítimas de la época: la portuguesa y la española, y la union temporal de las coronas de esos dos reinos.

La repartición de América ocurre en el siglo XV con tres bulas papales.

1era bula papal

La primera fue  la Bula Romanus Pontifex, de 1454, en la cual el Papa Nicolás V legaliza la expansión europea.

2da bula papal

La segunda fue la Bula Inter Coetera, de 1493, con la que el Papa Alejandro VI extiende a los reyes de España el derecho a apoderarse del Nuevo Mundo.

3era bula papal

La tercera fue el Tratado de Tordesillas, en 1494, con la cual los reyes de Portugal y de España acuerdan la división, con la aprobación papal, del mundo extraeuropeo.

Los portugueses se quedaron con las tierras del océano Atlántico, y los españoles con las tierras del océano Pacífico y las Indias Occidentales.

Dos reinos en Uno

El otro acontecimiento fue la union de las coronas de España y Portugal.

En 1580 Portugal fue anexado al reino de España, bajo la casa de los Austria, durante el período 1580-1640. En ese período existió un solo rey, Felipe (II, II y IV, de España, que fue I, II y III de Portugal).

Portugal retoma su terreno

La restauración portuguesa comenzó en 1640, formalizándose jurídicamente en 1668, con el reconocimiento de Portugal por Carlos III.

Durante el período 1580-1640 la administración del Portugal y de sus territorios ultramarinos le correspondió a los propios portugueses, bajo la supervisión de Madrid, a través del virrey en Lisboa.

Después los portugueses empezaron a recomponer sus territorios  y a extenderlos.

A través de las incursiones de los bandeirantes penetraron en la Amazonía bajo el dominio español, violando el Tratado de Tordesillas.

No obstante, la ocupación efectiva de los portugueses sobre el territorio brasileño solo se produjo al final del siglo XVII, y se incrementó en el curso del siglo XVIII.

Los principales protagonistas

En esos cruentos dos siglos, XVI y XVII,  se registraron grandes acciones de exploración y descubrimiento,  como las llevadas a cabo por Vicente Yánez Pinzón, Pedro Alvares Cabral, Francisco de Orellana y Pedro Texeira.

Yánez Pinzón: el navegante español

El primer navegante europeo en llegar al Brasil  fue el navegante español Vicente Yánez Pinzón (1462-1514), que había formado parte de la expedición de Colón, en 1492, como capitán de la carabela La Niña.

Yánez Pinzón  salió el 19 de noviembre de 1499 de Palos de la Frontera, en España, con cuatro carabelas.

Atravesó el Ecuador y se dirigió a las costas de América del Sur. El 26 de enero de 1500 llegó a Brasil, sin saber que era un territorio desconocido.

Descubrió la desembocadura del río  Amazonas, el golfo de Paria y el golfo de México, y regresó a España.

Pedro Alvarez Cabral: navegante portugués

El navegante portugués Pedro Alvarez Cabral (1467-1520) arribó a las costas de Brasil en abril de 1500, tres meses después que Yánez Pinzón, y tomó posesión en nombre del rey portugués Manuel I, aplicando el Tratado de Tordesillas. 

Gonzalo Pizarro: el hermano del conquistador del Perú

Gonzalo Pizarro, hermano menor de Francisco Pizarro, conquistador del Perú, fue nombrado gobernador de Quito en 1539.

Francisco le ordenó en 1540  realizar una expedición para conquistar las tierras del este, para buscar el país de la canela, agregándosele más tarde el capitán Francisco de Orellana (1511-1546).

Llegado a un punto de la travesía, y ante la disyuntiva de fracasar por falta de mantenimiento para la tropa, Gonzalo ordenó a Orellana continuar el viaje, para buscar alimentos y más recursos.

Francisco de Orellana: el capitán español

Orellana y su gente continuaron navegando el río Coca,  y luego el Napo, hasta desembocar en un río muy grande, el Amazonas, el 12 de febrero de 1542.

Tras varios meses navegando por el Amazonas, Orellana y su gente llegaron a la desembocadura del Amazonas al océano Atlántico el 26 de agosto de 1542.

Tras el juicio acusado de traición por Gonzalo Pizarro, Orellana probó su inocencia, y volvió al río Amazonas para recorrerlo en sentido inverso, pero murió en la ruta.  

Pedro Texeira: el cartógrafo portugués

El cartógrafo portugués Pedro Texeira (1595-1662), durante la época de la unión de las coronas de Portugal y España, fue enviado al Amazonas en 1615  para consolidar las posesiones ibéricas.

En 1616 intervino en la fundación de Presepio, núcleo original de la ciudad de Belém do Pará.

Entre 1625 y 1636 se dedicó a combatir contra las incursiones holandesas e inglesas en los márgenes de los ríos Xingú y Amazonas, mientras capturaba indígenas y los comerciaba como esclavos.

En 1637 se le dio la orden de navegar el río Amazonas para establecer la conexión del virreinato del Perú con el océano Atlántico, que había sido recorrida parcialmente por Francisco de Orellana desde Quito,  casi un siglo antes.

Navegó, así, el Amazonas completo, saliendo de Belém do Pará hasta llegar a Quito, retornando a Belém en 1639, en viaje inverso.

Su expedición se inscribió en el modelo hispánico de colonización, estableciendo fortalezas a lo largo del río para defender su navegación.

Este viaje es pionero en la colonización de la región del bajo Amazonas, y fue narrado por el acompañante jesuíta Cristóbal de Acuña en el “Nuevo descubrimiento del río de las Amazonas”.

Ese viaje sirvió como base para delinear el mapa del río Amazonas, que luego fue mejorado por otros, entre ellos el jesuíta Samuel Fritz, que lo grabó en Quito.   

Walter Raleigh y la piratería en el Amazonas.

En la parte de la Orinoquia es importante recordar las incursiones de corsarios y piratas en tierras guyanesas.

Uno de los más destacados y sanguinarios aventureros fue Walter Raleigh (1552-1618), que buscaba obsesivamente  en la actuales Guayana y Trinidad las riquezas de El Dorado.

En sus conquistas logró anexar parte del territorio guyanés y Trinidad a Inglaterra. Acusado de violar repetidamente los acuerdos del Tratado de Tordesillas, bajo protesta de la monarquía Española,  y de ser cómplice de conspiraciones internas contra el rey Jacobo I, sucesor de la reina Isabel I que lo apoyó, fue apresado varias veces, hasta ser decapitado en 1618.

Las tropelías de Raleigh, y otros corsarios como John Hawkins y Francis Drake, atacando buques y  posesiones españolas y traficando con esclavos en el Nuevo Mundo, fueron siempre un dolor de cabeza para la administración española del siglo XVI. 

Bibliografía

Freyre, G. (1977). Casa Grande y  Senzala. Introducción a la historia de la sociedad patriarcal en el Brasil. Caracas: Biblioteca Ayacucho. 

Lucena-Giraldo, M. (2003). Imperios confusos, viajeros equivocados: españoles y portugueses en la frontera amazónica.   Revista de Occidente, Madrid, Vol. 260, 24-35.

Ribeiro D., Araújo Moreira-Neto C. (1992). La Fundación de Brasil. Testimonios 1500-1700. Caracas: Biblioteca Ayacucho. Introducción de Darcy Ribeiro.   

This post is also available in: English (Inglés)

Settings