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3. La utopía del Paraíso Terrenal en la Amazonía

Argumentos a favor y en contra de las tesis defendidas por Antonio de León Pinelo y Simao de Vasconcellos en el siglo XVII

¿El Paraíso Terrenal en la Amazonía? Esta ha sido una hipótesis defendida por muchos en la historia. En el siglo XVII encontramos dos grandes «abogados» a favor de esta tesis cuyos interesantes argumentos conoceremos a continuación.

¿Qué puede decir alguien del siglo XVII sobre una región que acumula tantas bondades naturales? Entonces no se sabía con certeza.  Ahora lo sabemos: la Amazonía es la mayor pluviselva tropical del planeta.

Es la mayor de la tres grandes cuencas tropicales del mundo: encabezadas por la Amazonía, seguida de muy lejos por las cuencas del Congo y del Asia sudoriental.

Con sus casi 7,4 millones de km2, representa el 4,9 % de la superficie continental del planeta, y un poco más del 56 % de los bosques tropicales del mundo.

A esa concentración de riqueza la llamamos rica biodiversidad, y hasta megadiversidad. Solo posible en muy pocos lugares de la Tierra. 

Antes, maravillados ante tanta riqueza de plantas, animales, diversidad de ríos e inmensidad del bosque, la veían como una tierra de gracia.

Algunos, al menos dos teólogos del siglo XVII, la llamaron el Paraíso Terrenal, o el Edén.

Índice

¿Dónde queda el Paraíso Terrenal?

La ubicaban, uno, Antonio de León Pinelo, en la Amazonía peruana, y el otro, Simao de Vasconcellos, en la Amazonía brasileña. Los demás, entre ellos varios cronistas, hacían continuas referencias sobre las maravillas del Nuevo Mundo, sin atreverse a llamarlo de esa manera. 

León Pinelo (1590-1660)

Antonio de León Pinelo
(ca. 1595 – 1660), 
historiador y jurista español.

León Pinelo era un sacerdote ilustrado, polígrafo, bibliófilo, que llegó a ser Cronista Mayor de Indias, tras una vida de grandes esfuerzos. Nacido en Valladolid, descendía de una familia judía que fue perseguida por su fé religiosa.  Su abuelo fue quemado en Lisboa, en 1596.

La familia emigró a América en 1604, para instalarse en Buenos Aires. Su período de formación comenzó allí con los jesuítas, pasando luego a la Universidad de San Marcos de Lima, en el Perú, donde se licenció en derecho, en 1619. En 1622 regresó a Madrid. Entre 1624 y 1634, por mandato  del Consejo de Indias, recopiló las leyes de Indias.

Luego fue relator del Consejo de Indias, entre 1636 y 1639, para desempeñarse después, en 1658, como Oidor de la Casa de Contratación de Indias, en Sevilla, hasta que fue nombrado Cronista Mayor de Indias.

El Paraíso en el Nuevo Mundo

La historiografía lo recuerda, aparte de su tesonera obra de recopilación legislativa, por haber intercedido, en 1636,  en la “cuestión moral” de si el consumo de chocolate quebranta o no el ayuno eclesiástico, y por haber escrito, en Madrid, en 1656, “El Paraíso en el Nuevo Mundo: comentario apologético: historia natural y peregrina de las Indias Occidentales, Islas de Tierra Firme del Mar Océano”.

Expulsion del paraíso por Michelangelo Buonarroti (1475-1564) Fresco en la Capilla Sixtina.

Escribió su libro El Paraíso… entre 1645 y 1650, que permaneció prácticamente desconocido hasta que lo rescató el historiador peruano Raúl Porras Barrenechea, en 1943. En la segunda parte de su libro (2008, Tomo II), dividido en dos partes, sitúa al Paraíso  Terrenal (PT) en América, en particular en la Amazonía peruana, valiéndose de dos argumentos principales: el criterio de autoridad y el de las condiciones excepcionales del territorio.

El criterio de autoridad

Para el primero se basó en los escritos de San Efrén (doctor de la Iglesia y creador de dogmas del canon católico en el siglo IV, que aceptaba la posibilidad de que el PT estuviera en otras partes distantes) y de Bar-Kephas, un teólogo sirio del siglo IX, que señaló que el PT existió en una tierra distinta a la occidental, en naturaleza y calidad, situada en el medio del mar, rodeada por montes inaccesibles, y en aguas no navegadas por ningún hombre.  

León Pinelo se apoyó, para desarrollar el segundo argumento en los textos de viajeros y cronistas, como, entre otros, Cristóbal Colón, López de Gómara, Antonio de Herrera, Juan de Solórzano y Joseph de Acosta. En efecto, Colón escribió, en 1492, en carta al Papa que “…grandes indicios son éstos del Paraíso terrenal”.

Cristobal Colón

“…grandes indicios son éstos del Paraíso Terrenal”

Cristóbal Colón en carta al Papa, 1492.

Luego Américo Vespucio, señaló en Mundus Novus, de 1503, que “Si el paraíso terrestre en alguna parte está, estimo que no estará lejos de aquellas tierras”.

Retrato del explorador florentino Amerigo Vespucci en un turbante. Impresión de Crispijn van de Passe el Viejo. La leyenda alrededor del retrato dice «AMERICVS VESPVTIVS FLORENTINVS TERRAE BRESILIANAE INVENTOR ET SUBACTOR», que significa «Amerigo Vespucci, de Florencia, descubridor y conquistador de la tierra de Brasil».

En realidad, el padre Joseph de Acosta escribió en 1590, antes que León Pinelo, que el Paraíso se encontraba originalmente en América, pero que se había perdido (Acosta J. 1987-1590: 114). 

El criterio de las condiciones excepcionales del territorio.

El segundo argumento consistió en comparar las características bíblicas del PT (un lugar donde reina una constante primavera y los bienes de la naturaleza son diversos y abundantes) con el territorio de la Amazonía peruana, donde se aprecia templanza del clima (sin fuertes inviernos y veranos) y donde se consiguen grandes bosques, muchos cuerpos de agua y abundancia de plantas y animales.

Ese lugar contenía, pensaba, lo mejor y lo más puro del planeta.

Simao de Vasconcellos (1597- 1671)

El otro téologo que planteó la existencia del PT en la Amazonía, pero esta vez en el Brasil, fue el sacerdote jesuíta portugués Simao de Vasconcellos (1597- 1671).

Vasconcellos  llegó a Brasil siendo joven, e ingresó a la Compañía de Jesús en Bahía. Viajó a Portugal en 1641, para retornar a Brasil en 1642, para ejercer como provincial y rector de los colegios jesuíticos de Bahía y de Río de Janeiro.

¿Qué decía su crónica auto-censurada?

En 1663 se imprimió su obra “Chronica da Companhia de Jesús do Estado do Brasil e do que obraram seus filhos nesta parte do novo mundo”, reeditada 200 años después, en 1865.

La obra fue prologada con el texto  “Noticias antecedentes, curiosas e neccesárias das cousas do Brasil”. Estaba compuesta por dos libros publicados como volumen aparte en 1668.

Las ediciones del prólogo de la «Chronica» aparecieron sin los parágrafos finales que indican que el PT se encuentra en la Amazonía brasileña.

Esos textos fueron publicados posteriormente por el historiador brasileño Sérgio Buarque de Holanda, en la tercera edición de su libro “Visao do Paraíso. Os motivos edénicos no conoscimentos  e colonizacao do Brasil” (2010).

Vasconcellos criticó en su texto a los que hablan de un territorio sin conocerlo, planteando que el territorio amazónico brasileño se parece al PT por su abundancia de flora y fauna,

com tal suavidade de temperamento, como em hum paraíso da terra «

Simao de Vasconcellos (Chronica da Companhia de Jesús do Estado do Brasil e do que obraram seus filhos nesta parte do novo mundo, CXXI).

Señaló que si el PT estuviera ubicado por debajo de la línea equinoccial, se encontraría en Brasil.

Vasconcellos recurre en sus consideraciones al principio de autoridad, señalando, apoyándose en textos, que sí esa zona es templada, abundante en agua y en vientos que purifican el aire, es forzosamente la major del mundo (Ribeiro y Araújo Moreira-Neto 1992).

Problema para comprobar la hipótesis del paraíso terrenal en la Amazonía

Estas dos hipótesis que ubican al PT en el territorio amazónico presentaba dos problemas.

El primero es que la línea equinoccial cruzaba a las Indias Occidentales, pero también territorios de África (el Congo) y de Asia sudoriental. En este caso el argumento señalaba que la línea equinoccial cruzaba parcialmente territorios africanos y asiáticos, mientras que cruzaba de medio a medio el territorio americano.

El otro problema era que el Edén estaba regado por cuatro ríos, pero Vasconcellos restó importancia a esa opinión, por la abundancia de ríos en la región. 

Para Hurtado-Ruiz (2017) la localización del PT en el continente americano tenía la intención política de reivindicar América frente  a Europa y su historia, y se planteaba, en el imaginario de esos dos teólogos que América, y la Amazonía en particular, era “un territorio distinto, con condiciones originales e irrepetibles, con sus propias formas y un territorio extraño”.   

Bibliografía 

  • Acosta, J.de. (1987) (1590). Historia Natural y moral de las Indias.Madrid: Historia 16.  
  • Buarque de Holanda S. 2010. Visao do paraíso. Os motivos edénicos do descobrimento e colonizacao do Brasil. Sao Paulo: Companhia das Letras.   
  • Hurtado-Ruiz P.  (2017). El Paraíso Terrenal en la América del Siglo XVII: Antonio de León Pinelo y Simao de Vasconcellos. Catedral Tomada. Revista de Crítica Literaria Latinoamericana. Doi: 10.5195/CT/2017.02.researchgate.net/publication/318717825.
  • León-Pinelo A. (2008) (1656). El Paraíso en el Nuevo Mundo. Lima: Biblioteca Básica Herrou Aragón. Tomo II.
  • Ribeiro D., Araújo Moreira-Neto C. (1992). La Fundación de Brasil. Testimonios 1500-1700.  Caracas: Biblioteca Ayacucho. 
  • Vasconcellos, S. de. 1663.Crónica de Companhia de Jesús do Estado do Brasil. Reproducido en: Ribeiro D. y Araújo Moreira-Neto C. 1992. La Fundación de Brasil. Testimonios 1500-1700. Caracas: Biblioteca Ayacucho.  

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