
La construcción de estas 5 carreteras amazónicas abarcan al menos 9.388 km y cruzan cinco países, Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Brasil.
Mientras que, por una parte, estos proyectos generan empleo, reducen costos de transporte y apoyan el desarrollo regional, por otra parte, las carreteras implican deforestación, afectan directamente la biodiversidad, el ecosistema y el bienestar de los pueblos indígenas ocasionando daños severos al equilibrio medioambiental.
Carreteras amazónicas: progreso vial contra conservación ambiental
Un estudio titulado «Una mejor red de carreteras del Amazonas para las personas y el medio ambiente» (PNAS, 2020) (1) analizó el impacto ambiental de 75 proyectos viales en el Amazonas, calculando que estos podrían acabar con 2,4 millones de hectáreas de la selva amazónica, un área equivalente a Belice.
Las carreteras que pretenden ocupar los mayores tramos son la Ruta Interoceánica que conecta a Perú y Brasil, Marginal Amazónica en Colombia, Pucallpa Contamama en Perú, BR – 319 Manaos a Porto Velho y la Autopista Transamazónica en Brasil.
1. La Ruta Interoceánica
Creada en el año 2005, es la carretera que une a Perú y Bolivia con Brasil, cubre una extensión de 2.600 km e incluye 22 puentes, su fin es el de conectar los océanos Pacífico y Atlántico entre Perú y Brasil.
La carretera ha afectado a los productores artesanales de caucho natural que se encuentran ubicados a los lados de la carretera haciéndoles perder muchos de sus árboles. Entre los años 2013 y 2015 solo en la localidad de Iberia en Perú, fueron taladas 1830 hectáreas de selva. (Mongabay, 24-10-2017) (3)
2. La Marginal de la Selva
Cuenta con una extensión de 1.500 km, fue planeada en el año 1963 y se constituye de trayectos de la Ruta Nacional 65 y 45 que enlazan con la Troncal Amazónica. En Colombia se detuvo su avance en el gobierno de Juan Manuel Santos, al considerarla contraproducente desde el punto de vista ambiental.
En el caso de esta carretera que impactaría directamente en las selvas de los departamentos del Guaviare, Caquetá, Putumayo y Meta colombianos, el gobierno actuó para detener los intentos de construcción de vías desde la lucha contra los grupos irregulares, muchos de los cuales estaban abriendo pasos ilegales para sus actividades ilícitas.
Con el control de la deforestación en la zona, se conserva el corredor biológico integrado por los Andes, Amazonas y Orinoquía. Se planea que luego del cese de las talas se ejecuten planes de restauración para recuperar los predios afectados y proteger a las comunidades que se vieron afectadas por el daño a su ecosistema.
3. BR-319 Manaos a Porto Velho
Cuenta con 900 km de extensión de los cuales 500 están asfaltados. Lo que permite que se pueda transitar casi todo el año. Cruza una de las zonas selváticas con mayor biodiversidad con una superficie que se compara al tamaño de la Unión Europea.
Dona Mocinha, una habitante de la zona y defensora de la carretera comenta sobre la vía. “Cuando llega el desarrollo llega la deforestación, invasiones, prostitución, drogas. Pero lo más preocupante es no tener la BR-319 para ir y venir”.
Por su parte la agrónoma tropical, Jolemia Chagas habló del catastrófico escenario que trae la invasión a la selva.
“El asfaltado va a intensificar las invasiones de los últimos cinco años, Eso trae especulación inmobiliaria, conflictos violentos con los locales y agrava problemas ambientales de consecuencias tangibles”.
Junto con un grupo de científicos afirma. “La retirada de la cobertura forestal interfiere directamente en la producción de los ríos voladores (corrientes de vapor de agua) que abastecen parte de Sudamérica, influyendo directamente en la producción agrícola”. (El País, 6-11-2021) (7)
4. La Autopista Transamazónica o BR – 230
Ideada en la década de 1970, es la de mayor extensión con 4.260 km siendo la tercera carretera más grande de Brasil y recorre 7 de sus estados: Paraíba, Ceará, Piauí, Maranhao, Tocantins, Pará y Amazonas.
Atraviesa el país desde el océano Atlántico hasta las fronteras de Perú y Ecuador. En su mayoría es carretera de tierra y arcilla y a pesar de ser sumamente peligroso el paso, sigue siendo una vía muy usada para transporte pesado de mercancía desde abril hasta septiembre, que es cuando la temporada seca lo permite. Solo esta autopista será responsable del 23% de la tala en esta zona para el año 2030. (mongabay.com)
5. Pucallpa Contamama
Proyectada en Perú para poder llegar a conectarse con Brasil a través de la selva amazónica y abarcaría 66.000 hectáreas a deforestar, para así construir una carretera de 128 km de distancia que uniría a estos países y sus poblaciones cercanas.
Los proyectos de carreteras sobre la Amazonía impulsarían la deforestación a escalas descomunales, solo la infraestructura produce entre 9% y 17 % de tala en los países del trópico. (amazoniasocioambiental.org)
Investigadores a nivel mundial ofrecen datos claves para entender el daño
En el mundo se adelantan informes para calcular la magnitud del daño que se ocasionaría con la destrucción masiva de los bosques de la Amazonia, uno de estos fue evaluado en la Declaración de Nueva York de los Bosques (NYDF).
“Estas no son carreteras diseñadas para priorizar la vinculación de las comunidades con la atención médica, otros servicios esenciales u oportunidades económicas”. Expresó en un comunicado el coautor del informe, Anthony Bebbington. “Su propósito es facilitar el movimiento de mercancías”. (Amazoniasocioambiental / Reuters)(4)
Los estudios también dieron a conocer que un promedio de 17 % de los proyectos de construcción de carreteras violan legislaciones ambientales en sus respectivos países, así como también los derechos de las comunidades indígenas que habitan en las zonas a deforestar.
El 50% de las obras generarían pérdidas debido a que los costos para construir y mantener esas vías superaran a los beneficios, sin contar el inmenso daño que causaría a la selva y todo su entorno social.
Al construir una carretera principal se le seguirán sumando otras vías secundarias, la mayoría ilegales, que seguirán adentrándose con mayor profundidad en la selva, promoviendo la tala para la cría de ganado y siembra de cosechas de Soja y Palma Aceitera, aumentando significativamente la producción de carbono y gases de efecto invernadero. A este ritmo de destrucción el 40% de la selva amazónica desaparecerá para el año 2050.
Los gobiernos al ser los garantes del bienestar social, deben hacer cumplir las leyes ambientales en sus países, buscando las mejores alternativas para el desarrollo sin dejar de pensar en las consecuencias que ocasiona seguir avanzando en el daño al ecosistema.
Una lucha a nivel mundial que se ve evidenciada en la reciente Cumbre de las Naciones Unidas por el Cambio Climático, en donde el mundo expectante solo espera más acción y menos palabras.
Fuentes
- Vilela, T., Harb, A. M., Bruner, A., da Silva Arruda, V. L., Ribeiro, V., Alencar, A. A. C., … & Botero, R. (2020). A better Amazon road network for people and the environment. Proceedings of the National Academy of Sciences, 117(13), 7095-7102.
- 7-2-2016 «Marginal de la Selva, la kilométrica vía que unirá a tres países» El Tiempo
- 24-10-2017 «Preocupantes efectos de una carretera: la interoceánica y la deforestación que causa» Bart Creeze, Mongabay
- 19-11-2020 «Construcción de carreteras en el Amazonas podría deforestar millones de hectáreas: informe» Amazonia Socioambiental / Reuters
- 7-9-2021 «Wonder Woman contra la fiebre del oro, la mujer que desafió a las mafias de la minería ilegal en la Amazonía peruana» BBC News
- 6-11-2021 «Viaje por la BR3-19, la carretera más controvertida de Amazonia» El País