Los indígenas amazónicos viven principalmente de cuatro actividades: la caza, la pesca, la recolección, el cultivo de la chacra y del huerto familiar.
Las más importantes son la caza y la pesca, que constituyen su principal fuente de proteína, indispensables para su vida en un ambiente tan gratificante, pero hostil, como es la Amazonía.
El grado de dependencia del poblador amazónico de la caza y de la pesca, varía básicamente de acuerdo al período del año, y concretamente a la estación de lluvias, sobre todo en las zonas altas, donde nacen gran parte de los ríos amazónicos.
El Dr. Rafael Cartay es un economista, historiador y escritor venezolano mejor conocido por su extenso trabajo en gastronomía, y ha recibido el Premio Nacional de Nutrición, el Premio Gourmand World Cookbook, Mejor Diccionario de Cocina y El Gran Tenedor de Oro. Inició sus investigaciones sobre la Amazonía en 2014 y vivió en Iquitos durante 2015, donde escribió La Tabla Amazónica Peruana (2016), el Diccionario de Alimentos y Cocina de la Cuenca Amazónica (2020), y el portal en línea delAmazonas.com, de del cual es cofundador y escritor principal. Los libros de Rafael Cartay se pueden encontrar en Amazon.com
Frágil equilibrio del ecosistema
La frecuencia y la intensidad de las lluvias se relacionan directamente con la vaciante o creciente de los ríos, que están, a su vez, relacionados con la disponibilidad de peces, la recolección de frutos silvestres y con el comportamiento de los animales del monte, que se alejan de los ríos en tiempos de vaciante.
En la Amazonía es muy clara la interdependencia existente entre los elementos que la componen, y con la manera de asegurarse la subsistencia.
La vegetación, y su variedad, se interrelaciona con las características del suelo, el agua y la fauna.
La fauna, por ejemplo, no puede existir sin el bosque. Éste no puede existir sin la fauna, porque los animales del bosque actúan como agentes activos de polinización y de difusión de semillas, lo que es determinante para la reproducción y sobrevivencia de las especies vegetales.
La caza en la actualidad
La caza es una actividad fundamental en la sobrevivencia de los pobladores amazónicos, sean indígenas o colonos.
No obstante, con el tiempo, ha venido perdiendo importancia porque los recursos de la fauna silvestre han disminuido debido a la sobreexplotación con fines comerciales a que ha sido sometida, a una tasa cercana a la de reproducción, poniendo en alto riesgo de extinción a muchas especies animales.
En consecuencia, la caza, que había sustentado la población amazónica durante miles de años, ahora se ve seriamente comprometida.
Por eso hay que insistir en que la caza es una actividad que interviene en el ecosistema amazónico de varias maneras.
De allí que no sea conveniente cazar o pescar en un área determinada durante mucho tiempo, por encima de su tasa de reposición, porque los recursos se agotan y tienden a desaparecer.
La caza tradicional indígena vs caza comercial
Pero no es lo mismo la caza practicada por las comunidades nativas indígenas y la caza realizada por los colonos o pobladores urbanos, que buscan un excedente económico, por encima de la satisfacción de las necesidades alimentarias como lo hacen los indígenas, que no tienen la costumbre ni los medios de conservar grandes cantidades de alimentos.
Para un indígena selvático, la caza no se reduce a capturar un animal y consumirlo. Un animal del monte dentro de la cosmogonía amazónica es un hermano o un compañero de ruta de igual entidad que el ser humano.
En sus creencias, cada animal tiene un “dueño”, al que hay que pedir permiso para acceder.
Muchos lo llaman despreciativamente “la ley de la selva”, pero es, en realidad, un orden establecido que permite mantener el equilibrio dentro de un ecosistema muy frágil y muy intervenido por la gente de afuera.
Dentro de la perspectiva indígena es una manera eficiente de mantener la vida comunitaria, sin buscar expresamente un excedente que puede ser monetarizado y acumulado, como sucede en el sistemas de mercado que lo rodea.
Ese “equilibrio”, la manera de pensarlo y aplicarlo, funciona como una suerte de ética entre los indígenas no asimilados a la cultura urbana con respecto a la naturaleza.
Para una comunidad sedentaria establecida, no nómada, las actividades de sobrevivencia (caza, pesca, recolección y chacra) se relacionan en un espacio relativamente limitado, salvo las partidas de caza o de pesca que se llevan a cabo a varios días de distancia del asentamiento.
Es, pues, un consumidor alimentario de cadena corta, que minimiza la pérdida calórica en el desplazamiento especial, y en el procesamiento de los alimentos, porque utiliza sistemas de conservación elementales, como el ahumado.
En muchas partes de la Amazonía se sobrevivía recogiendo frutos silvestres en la selva, como las drupas de palmeras, o de algunas especies de insectos comestibles, complementando con la caza y la pesca, que abundaban entonces, y no les suponía un gran gasto energético obtenerlas.
La caza en la Amazonía
La caza es una actividad muy especializada, por la destreza en el manejo de los implementos utilizados. Por esta razón, la caza se convirtió en una actividad casi exclusivamente masculina en todos los grupos étnicos de la Amazonía, que le otorgaban un prestigio social dentro del grupos a los cazadores más hábiles.
El río como indicador.
La eficiencia de la caza y la pesca cambian de acuerdo con el comportamiento de los cuerpos de agua de la Amazonía.
La abundancia de peces en los ríos aumenta en la época de la creciente, con el desove y la reproducción de los peces, pero disminuye la pesca, mientras que aumenta la caza, al menos para algunas especies animales.
En la vaciante de los ríos, aumenta la pesca y la captura de tortugas, mientras que los animales del monte se alejan de los ríos y se internan en el bosque, dificultándose su caza, y gastándose más energía para cazarlos.
La dificultad de la caza en la Amazonía en la actualidad
La presencia constante de cazadores furtivos cerca de las ciudades amazónicas ahuyenta los animales silvestres. Y a pesar de que pueda haber una relativa riqueza de mamíferos, y en especial en aves y peces, existen cada vez más dificultades para la caza y la pesca (1).
¡Presas fáciles!
Los mamíferos, particularmente los de gran tamaño, como el tapir, sachavaca o danta (Tapirus terrestres) o el venado (Mazama Americana) son muy vulnerables porque son más “visibles”, su carne es muy demandada en los mercados amazónicos y su tasa de reproducción es muy lenta.
El tapir, el mayor vertebrado terrestre de la cuenca y un gran dispersador de semillas en el bosque, da una sola cría tras 420 días de gestación, casi catorce meses.
Algo parecido pasa con el venado rojo (1 sola cría en 240 días de gestación) o el cuspón, un armadillo gigante (que pare de una a dos crías tras 120 días de gestación).
La mayoría de los animales del monte en la Amazonía corresponde a especies endémicas, que posteriormente se dispersó a otras cuencas (2)
La pesca como modo primordial de subsistencia en la Amazonía:
La pesca es una actividad que ofrece mayores posibilidades que la caza para que la población pueda proveerse de proteínas.
Tello (3) estima que los pobladores ribereños dependen en cerca de un 70 % de los recursos alimentarios derivados de la pesca en la Amazonía peruana, situación que se repite en otros países de la cuenca.
Esa enorme presión sobre los recursos pesqueros ha puesto en riesgo la sostenibilidad de la actividad en algunas partes, y los organismos oficiales han tenido que intervenir estableciendo regulaciones para atenuar los impactos negativos de la sobreexplotación del recurso.
Tres tipos de actividad pesquera.
La pesca se practica en tres modalidades: como pesca artesanal, pesca comercial y pesca con fines ornamentales.
Pesca artesanal
La primera es una pesca de mantenimiento familiar y más limitada en sus impactos ambientales, porque se realiza con utensilios y aparejos rudimentarios, aunque sean numerosos los pescadores, que operan en pequeñas embarcaciones, conocidas como “pequepeques”. Es de menor impacto ambiental, pero importante en volumen, estimándose que abastece cerca de las tres cuartas partes del consumo de pescado regional.
Pesca comercial
La pesca comercial es la que produce mayores daños ambientales, por la agresiva tecnología empleada, que no discrimina entre especies y tamaño de la capturas para satisfacer las necesidades de los mercados regionales en expansión.
Los grandes ríos son los mayores proveedores de peces en la Amazonía, la mayoría de ellos clasificados como ríos de aguas blancas, que son alimentados por tributarios que nacen en la cordillera andina, de aguas turbias ricas en sedimentos y de temperatura elevada, que resultan un excelente hábitat para muchas especies de peces, tortugas y mamíferos acuáticos, como el manatí (Trichechus monguis, T. inunguis).
Es importante señalar que la pesca en la Amazonía es de carácter multiespecífico, que entrega muchas especies de pescado en cada desembarque. Esa diversidad dificulta su manejo y gestión, pues se desconocen los hábitos y comportamientos de las especies capturadas.
Es una actividad, en particular la pesca artesanal, que resulta difícil contabilizarla y supervisarla. No obstante, a pesar de la multiespecificidad, en los desembarques destacan no más de siete especies, que representan cerca de un 70 % de los desembarques de la pesca comercial.
En cuanto a los valores nutricionales de los peces de agua dulce en comparación con los de agua salada o marinos, hay que considerar que muchas especies de agua dulce, en especial las de piel lisa, presentan un bajo rendimiento en filete para fines culinarios.
Igual sucede con el contenido graso, que es un importante criterio para evaluar el valor nutricional de las especies marinas, pero que no se aplica a las de agua dulce. Además las especies amazónicas presentan menores contenidos de proteína que las marinas (4).
Notas:
1 . Cartay, R. (2016). La mesa amazónica peruana. Ingredientes, corpus y símbolos. Lima: Universidad San Martín de Porres, pp. 113-114.
2 . Cartay, Ibidem, p. 117.
3 . Tello, S. (2014). Los ríos y sus recursos. Varón Gabal, R., Maza, C. (Eds.). Iquitos. Lima: Telefónica, p. 129.
4 . Salas Maldonado, A. et al. Información nutricional sobre algunos peces comerciales de la Amazonía peruana. Boletín de Investigación. Vol. 9. Enero-Diciembre. Callao: Instituto Tecnológico Pesquero del Perú, pp. 55-56.
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