La especie Attalea butyracea, denominada comúnmente corozo, shebón, palma de vino, palma real, Cuesco, Corozo de marrano, cuma, coyoles, curumata o yagua, es un recurso forestal no maderable que ofrece diversos usos y potencialidades agroindustriales, para el desarrollo territorial de la región amazónica y otros espacios geográficos donde crece esta palma.
Taxonomía
El corozo o shebón es una palma que pertenece al reino Plantae, clase Liliopsida (monocotiledónea), familia Palmae, género Attalea y especie Attalea butyracea (Devia, et. al, 2002) (1).
Distribución geográfica
La zona de origen de la Attalea butyracea es Brasil; encontrándose también en el sur de México; algunos países de Centroamérica como Guatemala, Costa Rica y Panamá; Venezuela y Trinidad y Tobago (Caribe), hasta el noroeste de la región amazónica de Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia y Brasil (Devia, et. al, 2002) (1).
Descripción de la planta y el fruto del Corozo
La Attalea butyracea es una palma de gran longevidad y de amplio grosor, solitaria, sin espinas, con raíces profundas que pueden alcanzar hasta 25 metros de altura y unos 75 cm de diámetro; su estítipe es de color gris claro con anillos muy cercanos y posee una corona compuesta por 25 a 40 hojas pinnadas, ligeramente crespas, distribuidas en forma regular o algunas veces agrupadas sobre el raquis, cuyo largo pueden oscilar entre 6 y 12 metros. Presenta flores de color blanco-amarillo y frutos durante todo el año, que adquieren una coloración amarillenta cuando están maduros (Gamba-Trimiño, citado por Rodríguez, 2015) (3). Los frutos son grandes generalmente mayores de 3 cm; presentan un mesocarpo muy fibroso; el endocarpo es leñoso y grueso alcanzando en muchos casos un espesor de 1 cm; en su interior se encuentran entre 1-4 semillas alargadas ricas en aceite (Galeano y Bernal, citados por Rodríguez, 2015) (3).
Usos y potencialidades de la Attalea butyracea
El Corozo es considerado una palma multipropósito con potencialidades a desarrollar. Según Devia, et. al (2002) (1), fundamentalmente hay tres partes de la planta que se pueden aprovechar económicamente: las hojas, el fruto y el palmito.
Su principal utilidad está relacionada con el aprovechamiento de sus hojas expandidas para la cobertura de techos; también se emplea en la fabricación de escobas, hamacas, sombreros, canastos, abanicos y otros artículos a partir de la fibra obtenida de los cogollos, por lo que los habitantes de la zona de cultivo pueden aprovisionarse de estos productos y pueden crear una fuente de ingresos (Gómez, 2021) (2).
El fruto de la palma puede ofrecer algunos productos al nivel agroindustrial. Con la pulpa, se prepara chicha a escala doméstica y también se usa para la alimentación de cerdos. A partir de las semillas se extrae grasa y aceite de calidad, con gran potencial en la elaboración de margarinas y la industria cosmética; además se obtiene torta de Palma real o Corozo (Gómez, 2021) (2).
En efecto, a partir del fruto se puede obtener carbón activado, aceite vegetal y la torta de Corozo. El carbón activado tiene numerosas aplicaciones, entre ellas la purificación y potabilización del agua, la purificación de gases y vapores, la eliminación de vapores tóxicos del aire, y filtros para remover sustancias dañinas. Los aceites vegetales derivados de esta palma se extraen de la semilla por dos procesos: por presión y extracción mediante solvente, obteniendo un producto con agradable sabor a coco y buen nivel de aceptación para la elaboración de cosméticos (jabones, cremas y productos para el cabello), así como la fabricación de margarinas. La torta del cuezco de la Palma de vino es un subproducto obtenido luego de la extracción del aceite, con un alto contenido proteico y de gran valor energético, utilizada en la alimentación animal (Devia, et. al, 2002) (1).
Vino de palma y biocombustible
Del tronco del Corozo se extrae savia para la producción de vino. En este sentido, Gómez (2021) (2) explica que una palma de unos 8 metros de altura, luego de ser derribada produce aproximadamente un litro de savia diaria, de 20 a 30 días, con un contenido de sacarosa de 11,7%. No obstante, debe evitarse al máximo esta práctica de talar la palma y explorar la posibilidad de extraer la savia -dado que su potencial de producción de azúcar y etanol es elevado- a partir de las inflorescencias, como se hace tradicionalmente en Asia con otras especies de palmeras de esta familia. Algunos cálculos dan cuenta de 42,7 kg/palma/año de savia mediante el “sangrado” de las inflorescencias, equivalente a un poco más de 5 toneladas de azúcar anuales en plantaciones, convirtiendo a la Attalea butyracea en una planta promisoria de la Amazonía y de otras zonas donde crece, para su aprovechamiento industrial y como biocombustible.
El rendimiento que puede llegar a tener el Corozo, supera al de la mayoría de las oleaginosas cultivadas en el trópico, por tanto se están estudiando las posibilidades para su cultivo con fines comerciales, aprovechamiento industrial y consumo. Sin embargo, este aprovechamiento debe realizarse con prácticas sostenibles para preservar el medio ambiente y la conservación de la especie, de acuerdo con la Agenda 2030 sobre desarrollo sostenible.
Servicios ecosistémicos del Shebón
La presencia de la Palma del vino, en las regiones donde se cultiva, es de gran importancia para la alimentación humana al aportar materia prima para la elaboración de productos, a la vez que representa un valor cultural con el aprovechamiento artesanal de su fibra, pudiendo generar una fuente de ingresos. Además, Salcedo, et. al (2018) (4) resaltan que esta palma favorece la preservación de la fauna local, pues constituye un microambiente para comunidades de artrópodos (insectos, arácnidos y otros) y vertebrados pequeños que la utilizan como vivienda o refugio temporal, así como alimentación. Adicionalmente, animales domésticos y silvestres usan la producción de flores y frutos de la palma como fuente alimenticia. Otros servicios ambientales que aporta esta palma, al ser parte de los ecosistemas propios de la región amazónica, es la mitigación del cambio climático, la preservación de la biodiversidad y la purificación del aire.
Referencias
- Devia, J., López, A., Saldarriaga, O. 2022. Productos promisorios del fruto de la palma del vino. Revista Universidad EAFIT, (126), 67-80. Recuperado de https://repository.eafit.edu.co/bitstream/handle/10784/17265/document%20-%202020-08-24T093417.527.pdf?sequence=2&isAllowed=y.
- Gómez, A. 2021. La palma ideal para sistemas silvopastoriles: Attalea butyracea. Boletín El Palmicultor, 591(mayo), 28-29. Recuperado de https://publicaciones.fedepalma.org/index.php/palmicultor/article/view/13491
- Rodríguez Eraso, N. 2015. Plan de conservación y manejo de la palma Attalea butyraceae (real o de vino) en la jurisdicción CAR. Bogotá: Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca CAR.
- Salcedo-Rivera, G., Herazo-Vitola, F., Cruz, J., Sierra Serrano, O. 2018. Fauna asociada a la palma de vino Attalea butyracea (Mutis ex L.f.) Wess.Boer (1988) (Arecales: Arecaceae) en un agroecosistema de Galeras, Sucre, Colombia. Biota Colombiana, 19 (1), 39-48. Recuperado de http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-53762018000100039#B3.
Economista (Universidad Central de Venezuela). Profesora titular e investigadora adscrita al Centro de Investigaciones Agroalimentarias «Edgar Abreu Olivo», Universidad de Los Andes. Doctora por la Universidad de La Laguna (España). Premio «Uno de los 10 autores más consultados del portal universitario Saber ULA» (2005); premio en el III Concurso de Ensayos del Banco Central de Venezuela BCvoz Económico, 2016, con el trabajo «Theobroma cacao: transformación y consumo del «alimento de los dioses» en Venezuela y el mundo» (en coautoría).
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