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Selva del Amazonas

La selva del Amazonas está ubicada en Sur América en la cuenca del río Amazonas siendo compartida principalmente por 6 países de la región (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela).

Aunque la selva amazónica es un bosque húmedo tropical como lo son otras áreas boscosas cercanas a la línea ecuatorial alrededor del mundo, (como las selvas de Indonesia y Malasia en Oceanía y del Congo en África) esta jungla protegida por la cordillera de los Andes no es una jungla cualquiera.

Bosques o selvas tropicales y zonas ecológicas globales según la FAO (Food and Agriculture Organization) NNUU. Fuente: BMark Marathon [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)]

El bosque de la cuenca amazónica es indudablemente el reservorio de biodiversidad más grande del planeta, con la mayor concentración de especies de plantas y animales existente en el mundo entero.

Multiples estudios científicos especializados, avalados por las más reputadas universidades del mundo, así lo confirman.

Índice

Biodiversidad de la selva amazónica

En un estudio realizado por el entomólogo y biólogo estadounidense Edward O. Wilson publicado en 1988 afirma que  “Aunque los hábitats de las selvas tropicales cubren solo el 7% de la superficie terrestre, contienen más de la mitad de las especies de la biota mundial.”

Pero nótese que al decir “selvas tropicales” no se refiere solo al Amazonas, sino a todos los bosques cercanos a la línea ecuatorial que gozan de una biodiversidad asombrosa.

Mapa de Bosques tropicales 2000 por principales dominios ecológicos Mark Marathon [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)]

En el mismo estudio titulado «The current state of biological diversity” (el estado actual de la diversidad biológica), el investigador norteamericano destaca la increíble biodiversidad de la selva del Amazonas en comparación con la cantidad de especies en otras latitudes.

Primero recurre a cifras de sus investigaciones propias, indicando que en un solo árbol de la Reserva Tambopata (Amazonas-Perú) había encontrado 43 especies de hormigas que pertenecían a 26 géneros “casi igual a la fauna de hormigas de las Islas Británicas” añadía sorprendido.

En otro estudio sobre la diversidad en general de la tierra, el curador del Departamento de Entomología del Museo Nacional de Historia Natural Smithsoniano, Terry L. Erwin afirma que “La cuenca del Amazonas tiene la biota (conjunto de organismos vivos) más rica de la Tierra.”

Características de la Selva Amazónica

Queda claro entonces que la selva del Amazonas es un bosque tropical húmedo (rainforest) que se caracteriza por poseer una alta concentración de especies endémicas así como también la mayor riqueza en biodiversidad, también llamada mega-biodiversidad.

Pero en la selva amazónica el tipo de vegetación y de fauna varía de acuerdo al piso altitudinal. Los investigadores definen tres zonas distintas de acuerdo a la altura: ceja de selva, selva alta y selva baja.

Los suelos en la Amazonía

Sus suelos, al contrario de lo que parece, son pobres en nutrientes, la selva o bosque del Amazonas se alimenta de la biomasa.

La imagen que tenemos de la Amazonía está relacionada directamente con la exuberancia del bosque, y ésta, con la fertilidad de los suelos. 

Pero es una representación errónea porque los suelos amazónicos son, en general, de escasa fertilidad natural, mayormente ácidos, con graves deficiencias de nitrógeno y fósforo, bajo nivel de potasio y magnesio, y una alta toxicidad de aluminio.  

Son suelos que presentan una alta propensión a erosionarse. 

Del total de los suelos amazónicos solo un 6 %, es decir, una pequeñísima parte, presentan de  moderada a alta fertilidad natural, con posibilidades de desarrollo agropecuario, y más que todo en las partes de la cuenca que corresponden a la selva alta. 

La lluvia frecuente contribuye a agravar la situación, lavando la superficie de los suelos, lo que los hace más frágiles y vulnerables a un uso inapropiado. 

Tipos de suelos del Amazonas

Los suelos de la cuenca amazónica están clasificados en un amplio espectro de siete órdenes dominantes, entre las once registradas a escala mundial. Pero del total, solo tres órdenes son responsables de más del 90 % de los suelos existentes: ultisoles, la mayoría, con casi un 70 %., y el resto con suelos entisoles  e inceptisoles

Son tres tipos de suelos dominantes, en la mayoría suelos ácidos y de baja fertilidad  natural, profundos y bien drenados, que se localizan en los terrenos de altura de la selva baja y de terrazas antiguas de laderas de la selva baja.    

Ultisoles

Son suelos generalmente viejos y desgastados, que han sido sometidos al uso durante  miles de años. 

Allí las comunidades indígenas han hecho sus chacras, y luego han quedado como purmas. Aunque su afectación ha sido mínima con ese propósito, han dejado huellas en el bosque primario. 

Entisoles

Los menos, entisoles,  son suelos jóvenes que incluyen suelos aluviales inundables, mal drenados, o no inundables pero situados en pendiente. 

Inceptisoles

Son suelos jóvenes localizados generalmente en áreas inundadas, y con la presencia de grandes manchas de palma aguaje (Mauritia flexuosa). 

¿Entonces por qué hay tanta vegetación en el Amazonas?

Si eso es así, que los suelos son pobres en nutrientes, frágiles y con alta acidez, ¿cuál es la razón de que exista tan exuberante vegetación, y de  que haya tanto interés en deforestar el bosque para establecer cultivos de alta rentabilidad?

En el bosque amazónico los suelos son ácidos y pobres, y la vegetación no depende tanto de la calidad de los suelos, que sirven mayormente de sostén. 

Los nutrientes existentes para el bosque están  en la biomasa, que el suelo soporta, y no en el mismo suelo.  

Las fuertes y largas raíces de los altos árboles penetran menos de medio de metro de profundidad en el suelo, y luego se extienden buscando los alimentos que el suelo apenas les da. Lo  buscan y lo encuentran en el mantillo de humus superficial que proporciona la biomasa. 

La selva crece sobre el suelo, y no del suelo, que se convierte en un mero soporte físico (1). 

Allí, las  numerosas y fuertes   raíces forman una intrincada trama, en la que se entrelazan  y se refuerzan mutuamente por la base. 

El resultado es un sistema cerrado, con un equilibrio complejo y frágil” (2), que se organiza, de la manera más eficiente posible, para sostener los troncos y las ramas y aprovechar  el agua, la temperatura elevada y la energía solar. 

Deforestación en el Amazonas

Cuando se deforesta el bosque y se elimina esa densa biomasa, el suelo queda desprotegido, desnudo, mostrando lo que en esencia es: un suelo pobre, en el que se ha roto el equilibrio natural del ecosistema amazónico. 

Si no se reponen los nutrientes necesarios (N,P K),  el suelo se empobrece más aún. Y se sigue erosionando, ahora sin cobertura vegetal protectora,  agravándose los problemas de la erosión, por efecto de la lixiviación y la pérdida de los pocos nutrientes que había. 

Las aguas de los muchos cuerpos de agua de la cuenca continuarán arrastrando sedimentos, para fragmentar un paisaje ya erosionado. Y tendremos, como  dicen los organismos especializados en el mantenimiento de la cuenca (3), un paisaje muy intervenido, desolado y triste, con una grave alteración de los ciclos hidrológico y biogeoquímico, con una alta contaminación atmosférica. 

¿Por qué se deforesta el bosque amazónico si sus tierras son pobres en nutrientes?

Mapa de la Selva del Amazonas

Son muchos los mapas del Amazonas, los históricos realizados por los hermanos jesuitas en sus misiones, los hidrográficos, los mapas de deforestación, mapas de extracción minera ilegal, de cultivos ilícitos, mapas la Amazonía por países, mapas de los lugares turísticos y hoteles entre otros.

Mapa de la cuenca amazónica. Fuente: Paulo Henrique Crepaldi [CC0]

¿Cómo se formó la selva del Amazonas?

La Selva del Amazonas y la cordillera Andina están íntimamente relacionados.

La cordillera de Los Andes actuó como una barrera protectora  que propició un gran endemismo, característico de la fauna y la flora de la selva amazónica, y una enorme riqueza en biodiversidad. 

Esa riqueza es mayor en la Amazonía occidental en comparación con la  parte oriental, por la influencia de factores como los suelos, en especial su composición geológica. 

Imagen de PublicDomainPictures en Pixabay 

Esa posibilidad rompe con la idea aceptada en los medios científicos de que la biodiversidad amazónica procedía  de los refugios, o restos del bosque del Pleistoceno, de hace menos de 2 millones de años.  

 Tucán. Fuente: Suju (pixabay.com)

Esa nueva hipótesis plantea que la formación de la enorme biodiversidad amazónica es la resultante de un proceso complejo y de larguísima gestación, que se está produciendo desde los últimos 20 millones de años.          

Una pared que resguarda la selva.

Este accidente geográfico que hoy llamamos Amazonía fue construido pacientemente hace millones de años,  y preservado por otro: la cordillera de los Andes.  

Esa majestuosa cordillera  de una longitud de 8.500 km es la cordillera continental más larga del planeta.

Archivo: La reina desde las Condes – Chile. Fuente: Individuo from Santiago, Chile [CC BY 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0)]

Esos dos accidentes naturales singulares, Andes y Amazonía, hermanados, son responsables del clima regional, de la geología, de la fauna y de la flora,  y de la configuración actual del subcontinente suramericano en cualquiera de sus formas naturales y de su cultura. 

Origen desconocido de la selva y de los Andes.

La explicación científica de cómo se produjeron ambos accidentes aún no ha estado bien dilucidada. 

Sabemos que la elevación de la cordillera de Los Andes es el resultado de la subducción de placas tectónicas, al colocarse la placa de Nazca por debajo de la placa Sudamericana. 

Tesis: origen gradual

Algunos científicos piensan que esa transformación es resultado de  un proceso gradual de cambios que empezaron a ocurrir desde hace 80 a 100 millones de años, y que se intensificó desde hace unos 15 millones de años. 

Antítesis: origen abrupto.

Esa hipótesis es contrapuesta por otra, que plantea que  el levantamiento de los Andes se produjo de manera más rápida y abrupta, elevándose  4.000 metros en relativamente poco tiempo, considerando el tiempo geológico, en los últimos veinte  millones de años. 

¿Cómo afectó la Cordillera Andina a la biodiversidad del Amazonas?

Esa elevación cordillerana, efectuada de manera progresiva o abrupta, determinó otros grandes cambios. 

Cordillera de Los Andes Nevada. Provincia de Mendoza. Fuente: Itsmemarttin [CC BY-SA 3.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/3.0)]

Uno está relacionado con el clima regional, produciendo situaciones alternas de precipitación y sequía. 

La elevación trajo como consecuencia la formación de unas grandes cavidades que se llenaron de sedimentos y de agua, como si fueran piscinas. 

Al secarse la marisma, hace unos 10 millones de años, se desarrolló un gran bosque, que fue colonizado por numerosas plantas y animales

El Amazonas desde el espacio exterior.

Los astronautas, al alejarse de la Tierra, y mirar hacia la Amazonía, dicen que ven una inmensa mancha verde que se extiende de manera continua.

Google Earth Detail  - Amazon Basin

Ese testimonio confirma la idea de que la cuenca amazónica contiene el  mayor bosque tropical continuo del planeta. 

La Selva Amazónica desde el un avión.

Cuando miramos la Amazonía desde un avión, tras superar la impresionante cordillera de Los  Andes, vemos un gran manto verde, uniforme, surcado por serpenteantes ríos, como si fuera el cuerpo de un gigante verde con venas blanquecinas. 

Río Amazonas 2017 Fuente: (marco antonio pereira de freitas junior [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)]

Al acercarnos a la pista, prestos al aterrizaje en alguna ciudad amazónica, bien puede ser Manaos, en el Brasil, o Iquitos, en el Perú, vemos cómo el “único” verde se va descomponiendo en muchas tonalidades de  verdes, y el bosque se vuelve heterogéneo, diverso. 

Río Amazonas 2017 . Fuente: marco antonio pereira de freitas junior [CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)]

Palmeras amazónicas.

No obstante, predominan, en medio de la abrumadora vegetación, las altas palmeras, que  se anuncian con sus penachos caprichosos y, en muchas partes, las palmeras se aglomeran, en grandes concentraciones o manchas, que someten a toda otra clase de vegetación, apoderándose del paisaje. 

Asistimos, entonces, a una lección de ecología dictada por ese accidente geográfico que conocemos como la Amazonía, la selva pluvitropical más extraordinaria que ojos humanos hayan visto. 



Los males que aquejan la Amazonía

Se tiene también la idea de que la Amazonía es una inmensa  área boscosa poco intervenida por la acción humana. 

Pero no es así.

A continuación algunas de las principales causas de los peores males que aquejan hoy en día la Cuenca del Amazonas. 

1. Discursos populistas.

La deforestación de la cuenca avanza rápidamente de año en año,  estimulada por el discurso político populista que mitiga los problemas económicos y sociales de esos países,  promoviendo la creciente colonización agrícola y la deforestación indiscriminada, procesos que anuncian el avance de la ganadería y de las grandes plantaciones agrícolas, generalmente de monocultivos como la soya y, en menor proporción, de la coca. 

2. Actividades ilícitas.

Otros factores, en este caso ilegales, como el narcotráfico,  la minería clandestina y la explotación maderera ilegal, son también responsables de la intervención humana en  la Amazonía, a pesar del notable esfuerzo conservacionista que han hecho los países para establecer medidas de protección. 

3. Proteccionismo y legislación insuficiente.

En efecto, en la Amazonía están registradas 610 Áreas Naturales Protegidas, donde se encuentran 2.344 territorios indígenas, que ocupan el 45 % de la superficie total. 

Esta previsión legislativa no ha actuado, sin embargo, en la práctica, como un factor disuasivo eficiente para reducir la destrucción sistemática y creciente de los recursos naturales de la cuenca, y producir alteraciones en  las culturas indígenas amazónicas, que constituyen una valiosa etnodiversidad que transmite sus saberes ancestrales desde hace más de diez mil años.   

Nuez de brasil

Nuez de Brasil (Bertholletia excelsa)

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Clima del Amazonas

Frutas amazónicas

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Plantas medicinales del Amazonas

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