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La violencia entre los Yanomami de la Amazonía y Napoleon Chagnon

julio 2, 2022
mujeres yanomami
Mujeres Yanomami (Brasil). Fuente: Secretaria Especial de Saúde Indígena (Sesai) Programa de Erradicação da Oncocercose nas Américas – Terras Yanomami. Foto Alejandro Zambrana/Sesai. Attribution-NonCommercial 2.0 Generic (CC BY-NC 2.0)

Uno de los temas más discutidos por los investigadores de la psicología social y la antropología, y en especial los que se adscriben a la corriente de la sociobiología, es el de la violencia humana, considerada como una conducta intencional para causar daño o perjuicio. Unos consideran que la violencia o agresión es un comportamiento universal, que tiene matices y circunstancias, y otros que se trata de conductas aprendidas por imitación. 

A considerar la violencia, muchos psicólogos y sociólogos distinguen entre violencia urbana y violencia rural, y entre violencia individual y violencia colectiva. Se señala que la violencia en el ámbito urbano está condicionada en gran parte por el espacio y la dinámica de la ciudad, especialmente relacionada con la pobreza de sus miembros.  Otros consideran que la violencia es mayor en las sociedades en desarrollo, y menor en las sociedades modernas. Hay, sin embargo, un acuerdo generalizado de que la violencia se acelera por la difusión que hacen de los comportamientos agresivos por los medios de comunicación masivos,  induciendo conductas violentas. 

La gran discusión se centra, desde hace mucho tiempo como una pregunta aún sin una respuesta definitiva, es la de que si la violencia es un instinto universal o no. La etología ha estudiado las conductas  agresivas entre las diferentes especies animales, incluso entre los chimpancés, cercanos a la fisiología humana.  Los resultados de esos estudios han encontrado que estos primates no pelean hasta la muerte y que no forman grupos para hacerse la guerra entre sí.

Índice

Teorías sobre el comportamiento violento de los Yanomami

En 1964 el antropólogo estadounidense Napoleón Chagnon se internó en la selva amazónica, en la frontera entre Venezuela y Brasil, para realizar su tesis de doctorado sobre la cultura yanomami (o yanomamo, como los llama Chagnon). Sus resultados los presentó en su libro «Yanomamo: el pueblo fiero«, publicado en 1988. Ese libro se convirtió en un best seller, que lleva vendido más de un millón de ejemplares, y que ha influido, para bien o para mal, en la formación de muchos antropólogos.

Los yanomami son una etnia indígena que vive en la selva pluvial amazónica, que habita en territorios pertenecientes al estado Amazonas, Venezuela, y a los estados Roraima y Amazonas de Brasil. Los yanomami habitan en comunidades que tiene viviendas colectivas, shabono, y practican una vida relativamente nómada, de acuerdo con la productividad de sus parcelas o chacras cultivadas. Sus tres grandes subgrupos (sanumá, yanoman y yanan) han sido constantes víctimas de los garimpeiros (mineros ilegales que explotan el oro en los territorios indígenas y asesinan los indígenas que protestan) y de las periódicas epidemias propagadas por los garimpeiros y colonos. 

Las conclusiones del estudio de  Chagnon han sido muy cuestionadas, sobre todas las relacionadas con las ideas de violencia social y de parentesco, hasta el punto de que Chagnon es uno  de los antropólogos más cuestionados, por su método de trabajo y  sus hallazgos que  otros consideran se deben a  malas interpretaciones.  Entre los críticos figuran antropólogos muy respetados, como Marvin Harris y Marshall Sahlins. Incluso ha sido cuestionado en el libro de Patrick Tierney (2000. Darkness in The Dorado: How scientists and journalists devasted the Amazonas. Google Books).

La crítica central que hizo Sahlins es que las  conclusiones de Chagnon son insostenibles y no bien  fundamentadas,, y han hecho un grave daño a las comunidades indígenas yanomami que investigó. 

Chagnon  señaló en su libro, y en un artículo muy leído en la prestigiosa revista Science, de 1988,  que entre los yanomami, que practican el matrimonio entre primos, tal  como se realizaba  entre los miembros de la realeza  europea en la Edad Media. Los yanomami compiten por el favor de la prima casadera, provocando conflictos entre hermanos del mismo sexo. En esa situación interviene de manera decisiva el indígena que funda su prestigio, y su éxito con las mujeres, por ser el que más muerte de otros tiene en su haber. Así, aumenta y acelera su  éxito reproductivo empleando la violencia como comportamiento. Con esa conclusión, Chagnon pone en entredicho el mito del buen salvaje, sin presentar  suficientes evidencias. 

Chagnon señala que un yanomami que hubiese matado a otro hombre se convertía en un unokai, que presentaba ventajas adaptativas frente a otro que no lo hubiera hecho, un  no unokai. En ese contexto, la violencia se convierte en una ventaja adaptativa para la especie humana. La idea de Chagnon sobre la violencia y el parentesco  se emparenta con la sociobiología, una tendencia en las ciencias sociales muy cuestionada. Esta corriente sostiene que el comportamiento social humano, como la agresividad y violencia, está determinado por la biología, proponiendo, en consecuencia, una coevolución  guiada por los genes, al contrario de lo que plantea la sociología y la antropología, para las que esos comportamientos se explican por factores culturales  e históricos.

Sahlins fallecido en 2021, fue un acérrimo adversario de esta disciplina. Escribió el libro Uso y Abuso de la Biología: Crítica antropológica de la sociobiología, Editorial Siglo XXI, 1990.  

En 2013 Chagnon fue incorporado como miembro de la Asociación de Academia Americana de Ciencias (NSAS, por sus siglas en inglés), a la que pertenecía Sahlins.  Ese año, Sahlins, considerado uno de los padres fundadores de la antropología económica sustantivista, y profesor emérito del Departamento de Antropología de la Universidad de Chicago,  presentó su renuncia a la NSAS, a la que pertenecía desde 1991.  La renuncia se debió a dos razones: como protesta por la admisión de Chagnon, pues considera que sus postulados, por la poca calidad de su trabajo y la metodología empleada, han causado graves daños al desarrollo de la antropología, y porque, en segundo lugar,  se opone  al uso de la ciencia antropológica y de la NSAS  con propósitos militares  y para mejorar la situación de combate de las tropas estadounidenses en el mundo. La posición de Sahlins fue apoyada por otros antropólogos latinoamericanos, como el prestigioso brasileño Viveiros de Castro, quien denunció a Chagnon por haber presentado a los yanomami como “robots socio-biológicos, crueles y desagradables”.  

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