El acaí o açaí (Euterpe oleracea) tiene muchos nombres comunes: asaí, assaí, huasaí, manaca, chonta, palmito, naidi. Y se le confunde con frecuencia con Euterpe precatoria.
Ambas palmeras son las dos especies del género Euterpe, que cuenta con 49 especies más, explotadas en la Amazonía brasileña, donde abundan.
El acaí es fácilmente reconocible en la selva baja, donde crece, porque su gran altura, de 30 a 40 metros, la hace destacar en el bosque cuando se le sobrevuela.
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enero 10, 2020
Acai, asai, asaí o açaí: ¡fruta que lo cura TODO!
Además, su tallo largo, duro y redondo termina en un penacho o corona de hojas finas, largas y flexibles que le dan la apariencia de una cortina verde.
El fruto del acaí es un racimo con drupas, que se tornan de color maduro oscuro al madurar.
Al macerar esos frutos, que presenta una pulpa con tonos violáceos, fermentan con facilidad, casi espontáneamente, produciendo como resultado una suerte de vino espeso con un sabor achocolatado, que se ha convertido en una bebida muy popular en las grandes ciudades amazónicas.
Esa bebida y el palmito obtenido de su yema terminal constituyen dos alimentos básicos en la dieta amazónica brasileña.
Valor nutricional
Al revisar el valor nutricional del asaí, huasaí o acaí, nos damos cuenta de su enorme riqueza nutricional, y de su justa fama como alimento prodigioso.
Por cada 100 g de su pulpa comestible hay
- 246 Kcal,
- 64,38 g de carbohidratos,
- 2,66 g de proteína,
- 0,57 g de grasa,
- y un elevado contenido de minerales: calcio, zinc, magnesio, hierro, entre los que destaca el potasio, con 930 mg por cada 100 g de pulpa comestible.
- El acaí es rico también en algunas vitaminas como E (45 mg), C (20 mg) y algunas vitaminas del complejo B.
A ese fruto y a esas cualidades nutricionales está asociada una de las más bellas leyendas de la Amazonía brasileña.
octubre 5, 2019
Mitos y leyendas del Amazonas
La trágica leyenda de Icaí
Hace mucho, pero mucho tiempo, en un lugar del bosque amazónico, cerca de donde ahora se levanta la populosa Belem do Pará, habitaba una tribu indígena dirigida por un cacique llamado Itaki.
En aquel tiempo la zona estaba devastada y no se encontraban alimentos por ninguna parte.
No obstante, la enorme penuria, y la escasez resultante, las mujeres indígenas seguían teniendo hijos, agravando una crisis tenida ya como insoportable.
El Consejo de ancianos decidió prohibir nuevos nacimientos, ordenando que los recién nacidos fueran sacrificados.
Y así sucedió. No nacieron más niños y se redujo la población.
Se redujeron las bocas que alimentar, aunque no se habían producido muchos más alimentos en el bosque.
A pesar de las prohibiciones nació una niña, procreada por Icaí, hija del cacique Itaki.
Icai suplicó por la vida de su hija, pero el consejo de ancianos fue inflexible, y ordenó a Itaki, su abuelo, sacrificarla.
Y así se hizo.
Icaí, consternada por la pérdida de su bebé, se encerró en su choza durante días, casi sin alimentarse, y lloraba sin parar.
Un día Icaí oyó el llanto de un niño, y recordó a su hijita muerta. Abrió la puerta de su vivienda, y allí estaba su hijita, recostada a una gran palmera. Gritó de alegría y salió corriendo a abrazar a su hija, pero solo abrazó a la palmera.
Y allí se quedó, abrazada a la palmera, en medio de su tristeza, hasta desfallecer y morir.
Arriba, en lo alto de la palmera que abrazaba, había un racimo de drupas casi negras, con las que los indígenas de su tribu prepararon un vino espeso, nutritivo y sabroso, que salvó a su pueblo, junto con el palmito nacido de su inflorescencia o cogollo, del hambre que los diezmaba.
Se acabó la escasez en la comunidad y los ancianos permitieron nuevos nacimientos de niños.
El pueblo agradecido llamó a esa palmera acaí, cambiando las letras del nombre de la desconsolada madre muerta.
Desde entonces, el acaí es una de las bebidas más populares de la Amazonía brasileña.
El Dr. Rafael Cartay es un economista, historiador y escritor venezolano mejor conocido por su extenso trabajo en gastronomía, y ha recibido el Premio Nacional de Nutrición, el Premio Gourmand World Cookbook, Mejor Diccionario de Cocina y El Gran Tenedor de Oro. Inició sus investigaciones sobre la Amazonía en 2014 y vivió en Iquitos durante 2015, donde escribió La Tabla Amazónica Peruana (2016), el Diccionario de Alimentos y Cocina de la Cuenca Amazónica (2020), y el portal en línea delAmazonas.com, de del cual es cofundador y escritor principal. Los libros de Rafael Cartay se pueden encontrar en Amazon.com
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