El Parque Nacional Yasuní fue fundado el 26 de julio de 1979, mediante Decreto Interministerial No. 322.
Este Parque Nacional se encuentra localizado en la región amazónica nororiental del Ecuador, a unos 250 km de la ciudad de Quito.
En las provincias de Orellana y Pastaza, contando con una extensión territorial de 1.022.736 hectáreas, en un rango altitudinal entre los 200-300 m.s.n.m (Montilla Pacheco y Guzmán Vera, 2018).
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Área protegida
Es considerado una de las áreas protegidas más importantes, albergando una invaluable biodiversidad, con predominio del ecosistema de bosque húmedo tropical.
Según el Ministerio del Ambiente del Ecuador-Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador (2015), el Parque Nacional Yasuní es el hábitat de más de 2.000 especies de árboles y arbustos; 204 especies de mamíferos; 610 especies de aves; 121 de reptiles; 150 de anfibios y más de 250 especies de peces; quedando por identificar muchas especies.
Comunidades nativas del Parque Nacional Yasuní
Por otra parte, habitan varios grupos indígenas, entre ellos los Waorani, Kichwa y Shuar. Asimismo, los Tagaeri y Taromenane se encuentran aislados en la selva húmeda tropical.
También coexisten asociaciones de colonos y mestizos procedentes de otras provincias del Ecuador (Montilla Pacheco y Guzmán Vera, 2018).
Los Nativos y la preservación de sus costumbres
Muchos de estos indígenas son reacios al contacto con otras personas, practicando la caza, la pesca, la agricultura y recolección de manera itinerante, por tanto generalmente conservan sus costumbres y tradiciones ancestrales.
Julia Rubinic, CC BY 2.0
De ahí que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declarara a este Parque en 1989 como Reserva Mundial de la Biósfera y Herencia Cultural, alcanzando por consiguiente el reconocimiento internacional.
Ecoturismo y actividades permitidas en el Parque Nacional Yasuní
De esta manera, ofrece un escenario propicio para el desarrollo actividades ecoturísticas y científicas, destacando los siguientes lugares de interés turístico:
Lagunas de Jatuncocha y Garzacocha.
Laguna y comunidad de Añango.
Nueva Providencia.
Estación Científica Yasuní (Pontificia Universidad Católica, PUCE).
Estación de Biodiversidad Tiputini (Universidad San Francisco de Quito, USFQ).
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Amenazas y otras actividades económicas
Sin embargo, el Parque confronta varias situaciones conflictivas que amenazan su biodiversidad, entre ellas la actividad petrolera y el impacto de la contaminación, los procesos de colonización y expansión de la frontera agrícola.
Los conflictos sociales relacionados con las comunidades indígenas locales, la caza ilegal de la fauna, así como la extracción no legal de la madera.
Muchos de estos problemas también están presentes en la región amazónica en general, destacando que los beneficios económicos obtenidos no se han traducido en el bienestar de su población.
Acciones preventivas para preservar la biodiversidad
En consecuencia, el gobierno y distintos sectores de la sociedad tanto del Ecuador como al nivel mundial, han promovido proyectos con base en el desarrollo sostenible dentro del Parque Nacional Yasuní, en función de la preservación del medio ambiente y una relación más equilibrada entre el ser humano y la biosfera.
Referencias
- Ministerio del Ambiente-Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Ecuador. 2015. Reserva Biológica Limoncocha, recuperado de http://areasprotegidas.ambiente.gob.ec/areas-protegidas/reserva-biol%C3%B3gica-limoncocha.
- Montilla Pacheco, A. y Guzmán Vera, D. 2018. Parque Nacional Yasuní. Ecología y ecoturismo. Manabí: Universidad Laica Eloy Alfaro de Manabí.
Economista (Universidad Central de Venezuela). Profesora titular e investigadora adscrita al Centro de Investigaciones Agroalimentarias «Edgar Abreu Olivo», Universidad de Los Andes. Doctora por la Universidad de La Laguna (España). Premio «Uno de los 10 autores más consultados del portal universitario Saber ULA» (2005); premio en el III Concurso de Ensayos del Banco Central de Venezuela BCvoz Económico, 2016, con el trabajo «Theobroma cacao: transformación y consumo del «alimento de los dioses» en Venezuela y el mundo» (en coautoría).
