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¿Yagé = Yavé? Las 7 similitudes entre la ayahuasca y Jesús

diciembre 19, 2024

¡Prepárate para descubrir un paralelismo inesperado que te volará la cabeza! En este video exploramos las sorprendentes similitudes entre el mito amazónico del niño Yagé y la historia del niño Jesús de los cristianos. ¿Pueden dos mundos tan distantes compartir historias tan similares? ¡Tú decides al final!

Índice

1. El misterioso parecido entre «Yagé» y «Yavé»

¿Coincidencia o conexión ancestral? Te sorprenderá saber que ambas palabras suenan casi igual, de hecho la pronunciación en hebreo, Yahweh,  es aún más similar, casi idéntica. Aunque sus significados son diferentes, ambas palabras representan algo sagrado: el Yagé, es otro nombre para llamar a la ayahuasca, una planta maestra, chamánica, que conecta a los seres con el mundo espiritual o divino. Por su parte, Yavé es el nombre del Dios judeocristiano y significa en hebreo «Yo soy el que soy» . ¿Hay una conexión que no conocemos? ¿Qué opinas?

2. Un niño hijo del Sol

En el mito amazónico de los indígenas Tucano, el niño Yagé es hijo del Sol, un poderoso fertilizador. 

La información concerniente al mito del niño Yagé fue encontrada en un trabajo de investigación titulado “El contexto cultural de un alucinógeno aborigen «Banisteriopsis Caapi». Escrito por el etnólogo austríaco nacionalizado en Colombia Reichel Dolmatoff. Les dejo el enlace en la descripción.

Según el texto de Reichel-Dolmatoff (1978): 

“La divinidad solar es un principio masculino fertilizador. de naturaleza fálica. En un momento dado, este falo, simbolizado por los rayos del sol y la vara ceremonial de los chamanes, fue colocado verticalmente en un determinado punto topográfico ubicado sobre la línea ecuatorial.

… A través de esta vara (rayo) fálico, descendieron gotas de semen y se formó la humanidad.”

En el cristianismo  ¡la luz juega un papel esencial como manifestación divina! En el libro de los Salmos dice:

«Pues el SEÑOR Dios es nuestro Sol y nuestro escudo; él nos da gracia y gloria.» Se asocia entonces a Dios con el Sol. Estas dos historias, tan distantes, parecen conectarse más de lo que imaginamos.

Salmos 84:11

3. Concepción virginal: ¿Un milagro compartido?

Tanto María como Ghapí Mahsó (o la Mujer-Yagé del mito de los Tucano de la Amazonía colombiana) quedan embarazadas sin intervención humana. En ambos casos, fuerzas divinas entran en acción para dar origen a figuras trascendentales. 

Además, en el caso de la iconografía cristiana, podemos ver cómo, en las pinturas que representan la anunciación, casi siempre aparece un rayo de luz solar como elemento fecundador del niño Dios. ¡Esto no puede ser casualidad!

4. El niño luminoso

El niño Yagé nace como una figura de luz, mientras que Jesús es descrito como «la luz del mundo». Según un mito de los indígenas Desana:

“…, Ipanoré abajo, apareció una mujer llamada Ghapí Mahsó, la Mujer Yajé. Mientras los hombres estaban dentro de la casa bebiendo chicha, afuera la mujer dio a luz, y la criatura nacida era la liana yajé. La mujer llevó al niño al fondo de la casa, lo que causó gran consternación entre los hombres. El niño tenía forma humana, pero el mito dice: «…el niño tenía forma de luz. Era humano, pero era luz, era yajé». 

Reichel-Dolmatoff (1978)

Por su parte, en los evangelios apócrifos, se narra cómo una luz divina iluminó el lugar de su nacimiento. En efecto, en el Evangelio del Pseudo Mateo se dice que:

«El ángel ordenó a María que bajara de la cabalgadura y entrara en una cueva subterránea en la que nunca había habido luz, sino siempre tinieblas, porque no entraba en absoluto la luz del día. Pero, al entrar María, empezó toda la cueva a llenarse de resplandor, y como si dentro estuviese el sol, todo mostraba un fulgor luminoso. Como si allí fuera el mediodía, una luz divina iluminaba la cueva.» ¡Demasiado parecido para ignorarlo!

Evangelio del Pseudo Mateo

5. El sacrificio: Una historia universal

El niño Yagé al nacer es despedazado literalmente por los hombres bárbaros y estúpidos. 

Según el etnólogo colombo-austríaco Reichel-Dolmatoff:

«Al ver al niño, los hombres quedaron como ebrios, porque la mujer los ahogó en visiones. La mujer preguntó: ¿Quién es el padre de este niño?»

 Un hombre que estaba sentado en un rincón y de cuya boca chorreaba saliva, le arrancó el brazo derecho al niño y dijo: “Soy yo”. otros hicieron lo mismo; agarraron al niño, lo despedazaron y dispersaron sus miembros. “Agarraron el cordón umbilical…”, dice el mito “y así nuestros progenitores obtuvieron yajé.”

Posteriormente de acuerdo a los pedazos que arrancaron se crean distintos clanes los cuales usan tradicionalmente distintas partes de la liana llamada ayahuasca para sus rituales.

 En el caso de Jesús es crucificado y aunque no es descuartizado los soldados romanos sí se reparten sus despojos. ¿No me crees? . Pues, según la biblia, en el evangelio de Juan se dice que:

«Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús, tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo.»

La Biblia: Evangelio de Juan 19:17-30

Ambos actos marcan un sacrificio que da sentido a la relación de los humanos con lo divino. ¡Esto te hará reflexionar!

6. Comer y beber al hijo de Dios

¡Este dato te impactará! En la Amazonía, el Yagé, o ayahuasca, es consumido para conectar con lo sagrado. En el cristianismo, el acto de la comunión implica comer el cuerpo y beber la sangre de Cristo. ¿Dos rituales iguales, mundos aparte?

7. La resurrección

¡El final más sorprendente! Tanto el niño Yagé como Jesús ¡resucitan!. En una versión del mito amazónico del niño yagé éste sobrevive a su descuartizamiento y se convierte en un anciano sabio, que guarda secretos divinos 

En otro mito, también narrado por los Tukano: 

“El Niño Yajé sobrevivió y se convirtió en un anciano que guardaba celosamente el secreto de la acción alucinógena. El mito dice: “A este viejo le fumaban el semen, por ser poseedor del yajé. El deseo de poseer ese pene llevó a la creación del semen. El anciano era dueño del yajé, es decir, dueño del acto sexual. Ellos son los hijos y él es el padre”

Reichel-Dolmatoff (1978)

En cuanto al relato de Jesús de Nazaret, se dice que éste vuelve de entre los muertos para convertirse en el salvador de la humanidad.

¿Es esta una prueba de que ambas historias comparten un origen común?

¡Déjanos tus comentarios!

¿Qué opinas de estas similitudes? ¿A qué se deben tantas coincidencias? ¿Pueden ser simplemente cuestiones del azar o es que hay una conexión más profunda entre ambos relatos?

Referencias

Reichel-Dolmatoff, G. (1978). O contexto cultural de um alucinógeno aborígene» Banisteniopsis Caapi». Análise Psicológica, 2, 87-102. PDF

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