Hasta hace relativamente poco tiempo había muy pocas evidencias sobre la existencia de dinosaurios y de otros grandes animales prehistóricos en América, y en la Amazonía en particular.
Hay que recordar que los dinosaurios existieron durante la Era Mesozoica, durante los períodos Triásico y Jurásico, cuando aún existía el supercontinente Pangea (Colbert).
Ver: Breve historia del paisaje amazónico
Los dinosaurios se extinguieron en el Cretácico, cuando empezaba a separarse Gondwana, se iniciaba el levantamiento de la cordillera de los Andes, y aún no existía propiamente la cuenca amazónica.
Guerra-Turín (2011) menciona que había dinosaurios en el período Cretácico superior, al final del cretácico, en la parte donde sobresalió la cordillera de los Andes Centrales, y luego al sur de la cordillera.
Se pensaba que existían pocas evidencias de hallazgos de fósiles que corroboraran la presencia de dinosaurios en América del Sur.
No obstante, con el paso del tiempo, se han reportado cada vez más descubrimientos.
Fósiles de dinosaurios encontrados en Sur América
Salinas, Juárez, Fiorelli (2005) señalan que los dinosaurios encontrados en América del Sur desde finales del siglo XIX corresponden a dinosaurios saurisquios.
Luego, a partir de finales del siglo XX, se empezaron a encontrar algunos dinosaurios ornitosquios, en particular en la Patagonia argentina, que vivieron allí durante el período Triásico Superior y el Jurásico Superior.
Igualmente se encontraron algunos piezas de Pisanosaurus y Lesothosaurus en Argentina y Venezuela, y de Heterodontosaurus en Argentina.
Asimismo se consiguieron huellas atribuibles a Hadrosauriformes en Argentina y Bolivia.
Moreno, Blanco, Tomlison (2004) reportan el hallazgo de huellas de dinosaurios que vivieron en el Jurásico Superior en el norte de Chile, agregando, además, que se carecen de restos fósiles de Titanosaúridos del Jurásico en América del Sur.
En Centroamérica, concretamente en Honduras, en 1971, se descubrió un fémur que corresponde a un dinosaurio ornitópodo, hadrosauroideo, en Camayagua, Honduras (Zúñiga 2019).
Dinosaurios en Brasil
Uno de los hallazgos más importantes de restos de dinosaurios en América del Sur, y la confirmación de que los grandes saurios habitaron la región que ahora es la Amazonía brasileña, fueron los encontrados en la región de Marañón, en el nordeste de Brasil, en 2003.
Los huesos de los individuos hallados permitieron definir una nueva especie de dinosaurio la cual recibió el nombre científico de Amazonsaurus Maranhensis. Se trataba de un saurópodo que pertenece a la familia Diplodocoidea, y está emparentado con el Diplodocus, que medía unos de 40 m de largo. Los investigadores calculan que el especimen podría haber medido unos 10 metros de largo y haber pesado unas 10 toneladas. En su momento se dijo que este era el saurópodo más antiguo descubierto hasta entonces en Brasil.
Gnatovorax cabreirai
En el sur de Brasil, en Sao Joao de Polesine, los investigadores de las Universidades Federal de Santa María y de Sao Paulo encontraron el fósil de Gnatovorax cabreirai, un dinosaurio carnívoro que vivió hace unos 230 millones de años, en el Triásico, cuando América del Sur todavía formaba parte del supercontinente Pangea, lo que lo convierte en uno de los dinosaurios más antiguos del mundo.
Este dinosaurio fue un depredador muy activo, con un gran equilibrio y una visión muy desarrollada, que contaba con numerosos dientes serrados y afilados, y largas y potentes garras.
Medía casi 3 m de largo, y es el más grande dinosaurio encontrado en Brasil (National Geographic 04.12.2019).
Se han encontrado fósiles de dos especies de dinosaurios más en territorio brasileño.
Buriolestes schultzi
Uno es el Buriolestes schultzi, un dinosaurio carnívoro que medía 1,5 m, perteneciente a una de las familias de dinosaurios primitivos carnívoros conocida como Herrerasauridae, que no se sabe si es un ancestro de los superdepredadores del Jurásico y el Cretácico, como sucede con el Tyrannosaurus rex, que devoraba a otros saurios del período Triásico, más pequeños, como el rincosaurio y el cinodonte, que se considera un antepasado de los mamíferos actuales.
Staurikosaurus pricei
El otro, hallado en 1936, es el Staurikosaurus pricei, del grupo Herrerasauridae, que era una especie carnívora muy pequeña y ágil.
Dinosaurios en Argentina
Calvo y Bonaparte (1991) señalaban que en 1987 se extrajo en la Formación Río Limay, en la provincia argentina de Neuquén, restos de un saurópodo Titanosauridae, afirmando que en América del Sur se han conseguido los registros más numerosos y variados de la subfamilia de Titanosauridae.
Entre ellos, un saurópodo Titanosauridae , que representa a un primitivo clado de esa familia.
Indicaban, además, que en Gondwana dominaban los Titanosaurios, mientras que en Laurasia destacaban, en el Cretácico Tardío, los ornistisquios.
Fósiles de saurisquios y ornistisquios encontrados en Sur América
Unas décadas después, en el 2005, Salinas, Juárez-Vallieri, Fiorelli (2005), con un mayor inventario de fósiles estudiados, consideraban que los hallazgos de dinosaurios en América del Sur desde finales del siglo XIX corresponden a dinosaurios saurisquios, mientras que los dinosaurios ornistisquios eran poco comunes hacia finales del siglo XIX, cuando se encontraron en Argentina y Venezuela algunos dinosaurios de este grupo.
En Bolivia, además, se encontraron huellas atribuibles a hadrosauriformes, del grupo de los ornitópodos.
Bajadasaurus pronuspinax
En Argentina se han descubierto, aparte del Titanosauridae, otros dinosaurios de gran importancia, como el Bajadasaurus pronuspinax, hallado en 2013, que contaba con un abanico de espinas gigantes, de 1,20 m en promedio cada una, que le salían desde el cuello y la espalda.
Tenía unas 20 espinas, que eran proyecciones de hueso, probablemente reforzadas con queratina, que le salían desde la parte superior de las vértebras del cuello.
Este dinosaurio pertenecía al grupo de los saurópodos, que eran herbívoros, cuadrúpedos, de gran tamaño.
Amargasaurus
Un pariente cercano a este dinosaurio fue el Amargasaurus, portador de grandes espinas, que vivió unos 15 a 20 millones de años después.
¿Porqué se han conseguido tantos fósiles de dinosaurios en Neuquén?
En la Patagonia argentina se han hallado muchas especies de dinosaurios. Y en su territorio, especialmente en Neuquén, han dejado su huella.
Al levantarse los Andes, debido al choque de placas tectónicas, hace unos 70 millones de años, la cordillera en su surgimiento levantó territorio del fondo y dejó expuesto una gran superficie.
Luego el fuerte viento la fue erosionando, exponiéndola aún más.
De tal manera que al caminar sobre las calles de Neuquén se está caminando sobre material datado en el período cretácico.
El clima seco desértico de la Patagonia contribuyó a conservar los fósiles. Todo eso es muy diferente al suelo de la cuenca amazónica, cubierta de una espesa vegetación, y donde resulta muy difícil encontrar fósiles.
Tesis del origen de los dinosaurios
Sin embargo, allí está escondida una interesante historia de la evolución del planeta de hace más de 140 millones de años.
Algunos paleontólogos han asomado la tesis de que los dinosaurios primitivos, es decir, los primeros en aparecer se desarrollaron en el período Triásico, cuando todavía existía el supercontinente Pangea.
Sostienen que esos dinosaurios aparecieron en Pangea, en lo que es ahora América del Sur. Y luego desde allí se dispersaron por todo el supercontinente.
Fundamentan su tesis en que allí se encontraron los dinosaurios terópodos más antiguos, correspondientes al Jurásico Tardío hace unos 214 millones de años, y que son raros.
En efecto, el hallazgo en 2009 de un terópodo en un rancho de Nuevo México se combina con un anterior descubrimiento en Argentina del esqueleto del herrerasaurio, también terópodo, en la década de 1960 (El País, Madrid, 10.12. 2009).
Bibliografía
- Colbert E.H. 1981. Los dinosaurios jurásicos de Norte América. Amegihiana. A Gondwanan Paleontological Journal, Vol. 22 (1-2). 117-119.
- Guerra-Turín F.H. 2011. Subdivisión del tiempo geológico en la Amazonía Peruana. Ciencia Amazónica Vol 1 (1), 51-58. Iquitos, Perú. PDF
- Moreno K, Blanco N, Tomlinson A. 2004. Nuevas huellas de dinosaurio del Jurásico Superior en el norte de Chile. Amegihiana, 41 (4), 535-544. Buenos Aires. PDF
- Salinas G.C., Juárez-Valieri R.D., Fiorelli L.E. 2005. Los dinosaurios ornitisquios de América del Sur y su importancia paleográfica. Boletín de Resumos del II Congreso Latinoamericano de Paleontología de Vertebrados. Río de Janeiro. PDF
- Zúñiga L. 2019. El único fósil de dinosaurio de Centroamérica fue descubierto en Honduras en 1971. Innovare: Revista de Ciencia y Tecnología. Vol. 8 (2), 100. Fuente
- National Geographic. Varios años.
El Dr. Rafael Cartay es un economista, historiador y escritor venezolano mejor conocido por su extenso trabajo en gastronomía, y ha recibido el Premio Nacional de Nutrición, el Premio Gourmand World Cookbook, Mejor Diccionario de Cocina y El Gran Tenedor de Oro. Inició sus investigaciones sobre la Amazonía en 2014 y vivió en Iquitos durante 2015, donde escribió La Tabla Amazónica Peruana (2016), el Diccionario de Alimentos y Cocina de la Cuenca Amazónica (2020), y el portal en línea delAmazonas.com, de del cual es cofundador y escritor principal. Los libros de Rafael Cartay se pueden encontrar en Amazon.com
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